El increíble plan de Sudáfrica: ‘secuestrar’ un iceberg para convertirlo en agua potable

A grandes males, grandes soluciones: la sequía se ha convertido en una de laslacras más importantes del siglo XXI, y muchos lugares empiezan a encontrarse con problemas para encontrar agua con la que abastecer a sus ciudadanos. Las situaciones extremas que se viven en lugares como Ciudad del Cabo (Sudáfrica) han provocado que los expertos valoren decenas de soluciones, y creen haber encontrado la más acertada: ‘secuestrar’ un iceberg.

¿Sería factible hacerse con el control de un iceberg y convertirlo en agua potable? Esa es la premisa de la que parten los expertos para tratar de encontrar una vía con la que dotar de agua a los ciudadanos de Ciudad del Cabo. La escasez del líquido elemento ha provocado que los más de 3,5 millones de habitantes de la localidad tengan restringido el acceso al agua,pudiendo solo gastar unos 70 litros por día —en países como EEUU, se usan unos 380 litros de media—.

Para paliar este problema, un equipo de ingenieros, glaciólogos y expertos financieros trabajan en un proyecto que se llama Southern Ice Project, con el que estudian si podrían llevar a cabo una misión que se antoja complicada: ir a la Antártida, hacerse con el control de un iceberg, arrastrarlo hasta las costas sudafricanas y, con el agua conseguida del deshielo, abastecer a toda una ciudad. Para ello, hay una importante labor de ingeniería detrás.

La intención es poder encontrar el iceberg de mayor tamaño que sea estable. Para ello, analizarían a través de sonar y radar cuál es su verdadero estado interno, revelando si tiene algún fallo estructural que haga inviable su desplazamiento. No en vano, casi el 90% de un iceberg suele estar bajo la superficie, por lo que sería fundamental saber que se encuentra en perfecto estado. Una vez analizado, si el resultado es positivo, llegaría el momento del desplazamiento.

Se arrastraría con dos remolcadores, que lo irían llevando con unas redes especiales valoradas en unos 25 millones de euros, con las que se evita la fricción y se reducen las tensiones que podrían provocar una rotura. Una vez que llegara a las costas de Sudáfrica, sería envuelto con una capa térmica especial, con la que evitar que los elementos externos acaben con su vida útil. Después, se cortarían bloques de hielo que, en barcos, serían almacenados en depósitos municipales.

Varios problemas a evitar

Sin embargo, no es todo tan ‘fácil’ como parece. El primer problema es que es un sistema caro, útil para arreglar un problema a corto plazo pero no para mantenerlo en el tiempo, por lo que sería una solución de urgencia. A partir de ahí, es muy importante tener en cuenta varios factores, muchos de ellos relacionados con el transporte del iceberg: y es que, para evitar problemas, habría que tener en cuenta varias cuestiones, pues se trataría de un viaje por mar de unos 90 días.

Para evitar un sobrecoste energético a la hora de transportarlo, los remolcadores utilizarían las corrientes marinas, algo que generaría el mismo problema que el viento al que se enfrentaría, de unos 120 km/h: la erosión le haría perder volumen, por lo que es necesario controlar una hipotética rotura. De igual manera, es recomendable hacer una especie de canales de desagüe en la parte superior, para evitar que el agua líquida se acumule y pueda quebrar el iceberg.

Los expertos calculan que, desde que se ‘secuestre’ el iceberg hasta que llegue a las costas de Sudáfrica este perdería aproximadamente un 8% de su volumen total, aunque la cantidad de hielo con la que llegue será suficiente para abastecer el 20% del total de agua que necesitará cada ciudadano durante un año. Una solución muy costosa —las desalinizadoras serían una buena solución a largo plazo—, pero fundamental para abastecer a los habitantes de Ciudad del Cabo a corto plazo.

Fuente: Elconfidencial.com (10/6/19) Pixabay.com

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