Los británicos y sus tradiciones. Todo un mundo. Los uniformes (y esos sombreros) de los ‘Beefeaters’ poco han variado desde 1485. El monarca lleva sin poder entrar en la Cámara de los Comunes desde 1642, cuando Charles I intentó arrestar a cinco diputados. Y no importa el día que haya nacido el rey o la reina, porque su cumpleaños “oficial” se celebra desde 1805 el segundo fin de semana de junio, por aquello de aprovechar el buen tiempo. Muchas reliquias se remontan a los tiempos del imperio. Pero hay tradiciones y tradiciones. Y mientras que algunas se muestran con orgullo -como el té de las cinco- otras despiertan más recelo, como el hecho de que el impuesto sobre la renta para los superricos no haya ‘cambiado’ desde 1799. Claro que los beneficiados ahora son otros.
El ministro del Tesoro, Rishi Sunak, favorito en su día para suceder a Boris Johnson, se ha cargado cualquier tipo de posibilidad de liderazgo tras la polémica surgida en torno a su mujer. Akshata Murthy, hija de un empresario millonario, gana 11,5 millones de libras en dividendos anuales por su participación en la compañía de tecnología Infosys que su padre tiene en India sin pagar ni un solo impuesto por ello en el Reino Unido. En un momento en el que los británicos afrontan el mayor incremento de la carga fiscal desde la década de los 50 y hay una inflación del 9%, la noticia no ha sentado especialmente bien.
Pero Murthy no está haciendo nada ilegal. Simplemente, se encuentra en el estatus de ‘non-dom’, término que alude a una política imperialista que aún se mantiene en la actualidad. Los ‘non-dom’ pueden vivir en el Reino Unido, pero las autoridades fiscales los consideran ‘no domiciliados’ en el país y, por lo tanto, no pagan impuestos sobre sus ingresos obtenidos en el extranjero. Resulta, por tanto, cuanto menos irónico que un ciudadano indio se esté aprovechando ahora de las reglas establecidas originalmente para proteger el dinero que ganaban los imperialistas británicos en la India.
Alguien sin este estatus que hubiera ganado tanto como Murthy en el último año habría tenido que pagar cerca de 5 millones de libras en impuestos sobre la renta en el Reino Unido, más otras 250.000 libras en contribución equivalente a la Seguridad Social. De hecho, el aumento impositivo que el Chancellor ha impuesto le habría costado a su familia unas 150.000 libras adicionales en impuestos si no se hubiera declarado ‘non-dom’.
Herencia imperial
A fines del siglo XVIII, las llamadas ‘colonias azucareras’ de Gran Bretaña seguían siendo sus posesiones imperiales más rentables. El impuesto sobre la renta de 1799, el primer impuesto de este tipo que se creó para los británicos, eximió a los ciudadanos no residentes del pago sobre los ingresos obtenidos fuera del país. Miles de británicos, hombres y mujeres, poseían propiedades agrícolas (o partes de ellas) en las colonias, donde los esclavos trabajaban para producir azúcar, melaza, ron, añil, café y algodón. Los beneficios fiscales reflejan el poder que tenían en aquel momento.
La excepción ‘non-dom’ abarcaba tanto a los propietarios de plantaciones que podían afirmar que su tiempo en Gran Bretaña era solo temporal, así como a todos los miles de súbditos británicos que se encontraban en las Indias Occidentales y el sur de Asia. La fórmula garantizaba que mantuvieran la economía imperial, proporcionando a su vez los bienes que pagarían las aduanas y los impuestos especiales para mantener a flote al Gobierno. Pero ahora, sin embargo, es una nueva generación de élites internacionales (no solo aplica a los indios) la que está utilizando tales reliquias del imperio para su propio beneficio. Y no es poco porque, a diferencia de las personas domiciliadas en el Reino Unido sujetas a un impuesto de sucesiones del 40% sobre su patrimonio mundial, los ‘no dom’ tienen sus activos extranjeros también exentos de esta tasa.
Durante los primeros siete años, pueden reclamar sus exenciones sin cargo. Sin embargo, alguien que haya sido ‘non-dom’ durante al menos siete de los nueve años fiscales anteriores debe pagar 30.000 libras anuales. Una vez que haya sido ‘non-doms’ durante al menos 12 de los 14 años fiscales anteriores, la paga se eleva a 60.000 libras por año. Después de haber residido en el Reino Unido durante 15 de los 20 años fiscales anteriores, se considera que ya están domiciliados en el país y pierden sus exenciones.
Pero con los indues hay una excepción. Ellos pueden tener sus activos extranjeros libres del impuesto de sucesiones por tiempo indefinido. Esto se debe a una laguna en el tratado de 1956 entre el Reino Unido y la India. Se determinó que Nueva Delhi tenía prioridad sobre Londres para gravar a las personas domiciliadas en India. Nueva Delhi eliminó este impuesto de sucesiones en 1985, pero cualquier activo fuera del Reino Unido en poder de una persona domiciliada en la India permanece libre de esta tasa en el Reino Unido. Por el contrario, una persona domiciliada en el Reino Unido paga impuesto de sucesiones sobre activos en todo el mundo. La peculiaridad es uno de los mejores secretos guardados en la planificación fiscal.
Ahora bien, en un momento en que los impuestos se han disparado a los niveles más altos desde la década de 1950 y en el que más de 2 millones de adultos en el Reino Unido no pueden permitirse ya el lujo de comer todos los días, se abre el debate de hasta qué punto las reglas de juego para los superricos deben mantenerse o cambiarse.
Tom Wallace, jefe de impuestos de WTT Consulting, aseguraba recientemente en Financial Times que Murty “no está haciendo nada que mucha gente no esté haciendo y lo está haciendo dentro de las reglas, como pretendía el parlamento”. Pero otros como Robert Palmer, director ejecutivo de Tax Justice UK, argumenta que los “impuestos se tratan de opciones políticas”, por lo que el “Gobierno debería poner fin a las lagunas fiscales y asegurarse de que aquellos que tienen riqueza paguen su parte”. El propio Tobias Ellwood, presidente conservador del comité selecto de defensa de la Cámara de los Comunes, asegura que el sistema está “desactualizado” y “necesitaba ser revisado.
En cualquier caso, no deja de tener su aquel que una fórmula introducida en el Siglo XVIII para proteger los intereses coloniales de los británicos en India, ahora esté siendo utilizada por los indios más ricos para evitar tener que pagar impuestos en el Reino Unido.
Fuente: elconfidencial.com (24/5/22) pixabay.com