En un auténtico alarde de malabarismos contables, Hacienda adelantó ingresos a finales de 2012 y retrasó devoluciones a principios de este año para poder reducir el déficit hasta el 6,7% y acercarse al máximo al objetivo de consolidación impuesto por Bruselas a nuestro país.
Solo así se explica que el total de devoluciones se disparase un 82,8% el pasado enero en relación al mismo mes del año pasado (hasta los 5.435 millones, sin incluir la deuda pública) y que, a la vez, los ingresos tributarios menguasen un 20,2% (el Estado recaudó 2.680 millones de euros menos ese mes que en el mismo del ejercicio anterior.)
Un ejemplo claro de estas decisiones es el adelanto de los pagos fraccionados en Sociedades, que Hacienda cobró el año pasado, sabiendo que dejaría de ingresar este ejercicio. De hecho, el tercer pago de este impuesto permitió al Estado ingresar 2.481 millones de euros en el tramo final del año pasado.
Las devoluciones se disparan
Las triquiñuelas legales empleadas por el Ministerio han supuesto un aumento muy significativo en las devoluciones de los principales impuestos, que contrasta enormemente con lo sucedido en los ejercicios previos. Así, el Estado aumentó un 176,% las devoluciones en el Impuesto sobre la Renta (que sumaron 625 millones), un 111,6% las de Sociedades (hasta 1.290 millones) y un 49,8% las del IVA (a un total de 1.973 millones.)
Estas cifras contrastan enormemente con el descenso en los ingresos impositivos que se registró en enero y que no responde tanto a la pérdida de actividad o de empleo, que también se ha producido en el arranque de este año en nuestro país, como a los cambios normativos impulsado por el Gobierno.
Ninguna «maniobra»
El Estado y las comunidades autónomas recaudaron en concepto de impuestos 10.591 millones, un 20,2% menos que un año antes.
El mayor descenso en la recaudación se produjo en el caso de los impuestos indirectos (fue del 29,1% hasta los 1.514 millones), mientras que los impuestos directos retrocedieron un 18,6% (se recaudaron 8.970 millones en total.) El descenso del IRPF apenas superó el 9% hasta 9.232 millones de euros.
En el Ministerio que encabeza Cristóbal Montoro atribuyen este retraso a que se está «maximizando el control tributario» para proteger los intereses de la Hacienda Pública y niegan haber hecho uso de cualquier maniobra para cuadrar los datos de déficit.
Aseguran, además, que han apurado el plazo para realizar comprobaciones y que expiraba el pasado 25 de enero. En el Ministerio defienden que «si antes las devoluciones se hacían de carril, ahora no va a suceder lo mismo».
Las mismas fuentes añaden que ya se había contemplado el impacto de esas devoluciones y que cualquier análisis de los datos deber tener también en cuenta los cambios normativos habidos. Al haber atraído a diciembre la máxima recaudación posible, los datos de ejecución presupuestaria de enero se han visto deslucidos.
Aumenta el déficit de enero
Según dichos registros, el déficit de caja del Estado aumentó el 68,79% en enero, hasta los 15.252 millones de euros, frente a los 9.040 millones del mismo mes de 2012.
Los ingresos netos no financieros -una vez descontada la participación de las administraciones territoriales- han sufrido un descalabro del 37%, con un importe de 5.789 millones, mientras los pagos han supuesto 21.041 millones, un 15,4% más.
Tampoco tomadas en términos de Contabilidad Nacional estas cifras son mucho más halagüeñas para Hacienda, ya que arrojan un saldo negativo de 12.729 millones de euros (un 35,4 por ciento más que a finales del mismo mes del año anterior), o lo que es lo mismo, el 1,2% del PIB, cuando un año antes suponía el 0,89%. En Hacienda recuerdan, sin embargo, que los datos de enero no son significativos a la hora de prever si las Administraciones Públicas podrán adelgazar al máximo el agujero de sus cuentas.
Fuente: Eleconomista.es (13/3/13)
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