La reforma fiscal que el Gobierno presentará el próximo viernes será, en parte, también ecológica una reforma fiscal ecológica. Las rebajas tributarias en sociedades o el impuesto sobre la renta no se compensarán con un incremento del IVA, pero sí con subidas fiscales a actividades y consumos contaminantes. La recomendación de sacar más partido a los impuestos medioambientales fue defendida ayer en unas jornadas organizadas por Green Budget Europe, una organización alemana, y la Fundación ENT. Participaron desde representantes de Ecologistas en Acción hasta miembros de la comisión de expertos para la reforma fiscal o del Instituto de Estudios Fiscales (IEF) y diputados como la portavoz de Hacienda del Grupo Popular, Ana María Madrazo.
Y todos, sin excepción, reseñaron que España recauda muy poco por impuestos verdes. Los últimos datos de Eurostat, que corresponden a 2012, reflejan que la fiscalidad medioambiental representa en España el 1,57% del PIB, frente al 2,18% de Alemania o el 2,63% del Reino Unido.
La mayor parte de sugerencias de reforma parten de la propuesta de directiva que presentó la Comisión Europea en 2011 y que, entre otras medidas, aboga por un incremento significativo del gravamen de gasóleo. Actualmente, los impuestos sobre la gasolina son un 33% superiores a los que sufre el diésel. Pedro Herrera Molina, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la UNEDy miembro de la comisión de expertos liderada por Manuel Lagares recordó que en el informe de los sabios se recomendaba acabar con “el injustificado tratamiento preferencial del diésel respecto a la gasolina”. Esta medida tarde o temprano se acabará aprobando, bien por iniciativa del Gobierno, bien por imposición europea. Y tendrá un efecto relevante porque el 67% de los coches que actualmente se compran utilizan como combustible el gasóleo.
Una subida fiscal sobre el diésel tendría un efecto relevante porque la mayoría de vehículos utilizan este combustible
Jesús Rodríguez Márquez, subdirector de Estudios del Instituto de Estudios Fiscales (IEF), señaló que al observar la baja recaudación medioambiental existe la tentación de adelantarse a Bruselas y aprobar ya medidas incluidas en el proyecto de directiva. Países como Finlandia o Dinamarca han seguido este camino. Sin embargo, Rodríguez advirtió que adoptar esa decisión podría afectar negativamente la competitividad española y perjudicar a dos sectores importantes como son el transporte y la agricultura.
En cualquier caso, con o sin directiva, la reforma fiscal que aprobará el Gobierno incluirá incrementos tributarios sobre consumos contaminantes. Así lo sugiere el propio Gobierno en el programa de estabilidad 2014-2017.
Eike Meyer, de Green Budget Europe, defendió que el impacto económico de una subida fiscal medioambiental tiene efectos menos negativos sobre el PIBy el empleo que un incremento de impuestos directos o indirectos. En la medida en que Hacienda ya ha indicado que no se plantea elevar el IVA, la fiscalidad medioambiental surge como un área prioritaria para compensar las reducciones fiscales en el IRPFy Sociedades.
“Necesitamos ingresos si no queremos acometer fuertes recortes del gasto público”, señaló Márquez, que recordó que España es uno de los países que menos recaudación obtiene en porcentaje sobre el PIB. Más allá de un posible incremento del impuesto sobre hidrocarburos –cuya base imponible podría vincularse a su potencial contaminante y no, como sucede ahora, al volumen– , la opinión generalizada es que resulta necesario poner cierto orden en el mapa autonómico, donde las comunidades han utilizado de forma intensiva su capacidad normativa para crear nuevas figuras impositivas: cánones eólicos, gravámenes sobre el agua embalsada o impuestos sobre las grandes superficies, entre muchos otros. Márquez señaló que, en muchas ocasiones, son tributos que se “visten de verde”, pero tiene un único fin recaudatorio. Por otra parte, el informe Lagares propuso fusionar en un solo tributo el impuesto sobre matriculación y el de circulación, una posibilidad que Hacienda está estudiando.
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