El Gobierno aprobará este jueves un paquete de medidas para atajar el precio de la luz, entre las que se incluye una rebaja del IVA que, sin embargo, será más limitada de lo que se pretendía y deslizaba desde Unidas Podemos y que tal vez se antoje insuficiente dadas las expectativas creadas y los niveles que está alcanzado el precio de la luz. Pero al aprobarse junto al fin del uso de las mascarillas en exteriores colaborará, sin duda, a dejar atrás la polémica generada por los indultos de los políticos catalanes presos.
Según ha informado el propio Ejecutivo, el Real Decreto Ley para reducir el coste del suministro de energía eléctrica que se tramitará en Consejo de Ministros extraordinario constará de tres puntos principales. Por una parte, la «aplicación del 10% [actualmente el tipo es del 21%] de IVA hasta fin de año para todos los consumidores con potencia contratada hasta 10 kW, siempre que el precio medio mensual del mercado mayorista de la electricidad esté por encima de los 45 euros por MWh». Y todavía dentro el IVA, se aplicará ese mismo tipo del 10% «a todos los consumidores vulnerables severos hasta fin de año con independencia de su potencia contratada y del precio del mercado».
Esto quiere decir que no se aplicará una reducción generalizada del impuesto sobre el valor añadido, como había deslizado y quería la formación ahora dirigida por Ione Belarra, y que en momentos de cierta normalidad en el mercado eléctrico no existirá ningún tipo de reducción. Y, además, en absoluto se trata de una reducción indefinida sino que sólo tendrá vigencia en el presente 2021.
Para completar el paquete de medidas, el Ejecutivo también anunciará la «suspensión del 7% del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica durante el tercer trimestre de este año». Se trata de actuación que en un principio barajó la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en el Congreso de los Diputados, y similar a la que este mismo Gobierno aplicó en 2018 a las pocos meses de llegar al poder.
El cambio de postura
La rebaja del IVA de la luz se producirá tras un evidente cambio de tono por parte del Gobierno, que un principio rechazó totalmente la medida. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, o el responsable de Consumo, Alberto Garzón, así lo señalaron hace apenas unos meses. En el primer caso, el de la también portavoz del Ejecutivo, aduciendo que una reducción del tipo iría en contra de las recomendaciones de Bruselas, que en más de una ocasión ha advertido a España sobre el excesivo uso del tipo reducido y superreducido. Y en el de Garzón, justificando que cuando se bajan los impuestos «sube el beneficio de las empresas y se mantiene el precio de los productos».
Pero el notable incremento de los precios y las críticas de los consumidores provocaron un cambio, especialmente desde la parte de Unidas Podemos. Y el propio Garzón señaló la pasada semana que «el mercado de futuros está avisando de que el precio de la energía va a seguir creciendo» por lo que existen «motivos suficientes» que aconsejan una revisión de la «fiscalidad a la baja».
En los últimos días, como adelantó EL MUNDO, el Ejecutivo había puesto en revisión toda la fiscalidad de la factura de la luz y ya en la tarde este lunes fuentes de Unidas Podemos adelantaron que se aplicaría una rebaja del IVA. Desde Hacienda se mostraban más cautos, manteniendo que se estaba trabajando en una forma «rápida y eficaz» de reducir el precio pero sin querer asegurar que se anunciaría este jueves.
Mientras, el propio portavoz de la formación en el Congreso, Pablo Echenique, anunciaba sin dudar que se ha «acordado en el seno del Gobierno una bajada en la factura de la luz». ¿«Cómo lo vamos a hacer? Bajando el IVA del 21% al 10%. Esto debería traducirse en una bajada inmediata de la factura de la luz», explicaba en un vídeo publicado en su perfil de la red social Twitter a pesar de que en realidad no forma parte del Ejecutivo.
Ante esta situación, desde Moncloa aclaraban a última hora de la tarde la profundidad real de la medida, contrarrestando las pretensiones de Podemos y evidenciando el desencuentro que ha existido y existe en torno a este tema. Y también en otros muchos, por supuesto.
La factura se dispara un 46,5%
Dejando de lado el evidente peso de los indultos en la decisión del Gobierno y las diferencias en el seno del Gobierno, las cifras del incremento del precio del recibo son también muy elocuentes. Según los datos de Facua recogidos por Europa Press, el recibo de un usuario medio se ha disparado un 46,5% en las tres primeras semanas de junio frente al mismo periodo del año pasado, y apunta así a la factura más cara de toda la historia.
Si se extrapolan a un mes completo los precios aplicados del 1 al 21 de junio, el recibo del usuario medio sería el más caro de la historia, alcanzando los 88,76 euros, por encima de los 88,66 euros del primer trimestre de 2012. Con los datos de las tres primeras semanas de junio, la factura del usuario medio sufriría una subida interanual de 28,18 euros, un 46,5% por encima de los 66,58 euros que representó el recibo en junio de 2020.
Fuente: elmundo.es (23/6/21) Pixabay.com
