La crisis, y la falta de liquidez, siguen haciendo estragos en la economía real. Según reconocen las organizaciones de consumidores, el negocio del empeño de coches, que ya había asomado la cabeza en los primeros años de la crisis, sufre un nuevo boom ante la falta de crédito de muchas pymes y particulares.
Se ha triplicado durante la crisis. Es más, grandes compañías especializadas en leasing o factoring han lanzado nuevas fórmulas para redondear el negocio de quienes necesitan dinero urgente y evitar que le embarguen el piso, la nave, la maquinaria, las tarjetas de crédito al descubierto, el pago a proveedores o que le sirva para llegar a fin de mes.
Así, es frecuente ahora que, una vez realizado el empeño, no haya que dejar el coche en depósito hasta que venza el plazo para la devolución del principal y los intereses. Lo habitual es ofrecer otra opción al ex propietario: «seguir disfrutando del vehículo por una cómoda cuota de alquiler» como aseguran en la información oficial de alguna de estas empresas.
En general, el empeño de un coche consiste en su entrega a cambio de un dinero a título de préstamo con el vehículo como garantíay previa valoración de éste. Dicha tasación se efectúa según los boletines estadísticos Ganvam de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos. Aunque todas las empresas del sector dicen que ofrecen el máximo importe, suele oscilar entre el 40% y el 80% de dicha valoración.
Las condiciones habituales para la operación es que el coche esté matriculado en España, que no tenga cargas, multas o impuestos sin abonar, y que se acredite con la documentación la propiedad del titular o de la empresa propietaria. En 24 horas el cliente dispondrá de ese dinero y el coche, si no lo realquila, quedará en depósito (en prenda) en la compañía hasta la resolución de la recompra.
Para ello, se le da un tiempo que va desde un mes hasta un año. En este periodo, corren los intereses del préstamo.
Las organizaciones de consumidores consultadas advierten de que hay que tener cuidado y hacer números porque las condiciones financieras suelen ser «muy elevadas respecto a cualquier crédito bancario ordinario» según los plazos. A veces es complicado calcular los costes financieros porque hay casos en que se marca un porcentaje de recompra, por ejemplo un 8% o más, sobre la cantidad otorgada y además se le añaden incluso los costes del aparcamiento durante el tiempo del depósito.
Pero, ante las dificultades de acceso crediticio, se trata de una emergencia económica que suele salir cara si se quiere recuperar el coche. Y es frecuente que la operación acabe en la pérdida de la prenda pignorada. Muchos de los coches que ahora se venden de segunda mano proceden de este sistema de financiación.
Ante la necesidad, este negocio es boyante. Sólo hay que darse un paseo por internet para ver cómo proliferan las páginas ofreciendo este producto que se va a extendiendo a otros en la crisis. Por ejemplo, hay empresas que ofrecen préstamos, con el activo como garantía, de todo tipo: camiones, furgonetas, caravanas, quads, motos de alta cilindrada, autocares, barcos, yates, veleros, tractores, cosechadoras. E incluso, todo tipo de propiedades: casas, locales, parcelas o terrenos rústicos. Es la otra cara de la crisis financiera.
Un negocio boyante
- Vida
- A cambio de la máxima discreción, las empresas dedicadas al empeño ofrecen comprar los coches pero sólo a los que tengan una antigüedad inferior a los seis o siete años.
- Valoración
- El negocio consiste en valorar el coche según las tablas oficiales y entregar al propietario del vehículo una cantidad a título de préstamo con pacto de recompra del vehículo por un periodo que suele estar entre un mes y un año.
- Crédito
- El préstamo suele oscilar entre el 40% y el 80% del valor de tasación. El coche queda en depósito, que se cobra también junto a los intereses. Algunas compañías endosan también los gastos de tasación.
- Alquiler
- Algunas compañías del sector están ofreciendo al propietario del vehículo que dispongan de su uso durante el periodo del préstamo mediante el pago de una cuota de alquiler.
- Fuente: Elmundo.es (21/3/14)
Dejar una contestacion