La federación de gimnasia no puede cubrir la participación en el Europeo de rítmica de tres de sus cuatro atletas, que se financian el viaje por su cuenta.
Como otros deportes ahogados por la crisis económica, la gimnasia rítmica española se ha apuntado al copago para no tener que renunciar al calendario competitivo internacional. La federación española cubre el viaje y la estancia en los Europeos que empiezan hoy en Viena de la olímpica Carolina Rodríguez, la mejor gimnasta española, y del conjunto júnior, así como de sus entrenadoras y las jueces, pero no el de las otras tres gimnastas individuales y sus dos mentoras. Estas han tenido que abonar unos 1.000 euros por cabeza en concepto de viaje, alojamiento y manutención para representar a España, calculan en la federación.
Además de Rodríguez, que participará en los cuatro aparatos, hasta la capital austriaca han viajado otras tres gimnastas sénior: Natalia García, que tomará parte en tres pruebas, y Eugenia Onopko, que solo saldrá al tapiz con la cinta, y Andrea Pozo, la gimnasta reserva. Si las dos primeras hubieran renunciado al campeonato, España no habría podido participar por equipos, aunque Rodríguez habría luchado por clasificarse para alguna de las cuatro finales por aparatos que se disputarán el domingo.
La Federación organizó el viaje, desde Oviedo, donde vive Onopko, y Barcelona, donde se entrena Natalia García, y formalizó las reservas, pero no se hizo cargo de la factura. Inmersa en un drástico plan de ajuste, la organización ha visto este año descender la subvención que recibe del Consejo Superior de Deportes (CSD) casi a la mitad —la ordinaria no llega al millón de euros— y la mayoría de los patrocinadores suministran material, explican en la federación. Como consecuencia se ha reducido al mínimo la participación en las competiciones de todas las disciplinas esta temporada, la única que no es clasificatoria para Río 2016. En el caso de la rítmica además se ha consensuado con las federaciones autonómicas y con los clubes de las chicas la fórmula de copago, añaden las mismas fuentes.
“Ya sabíamos que sería así. Nos lo habían explicado y para nosotros es importante competir”, admite Camino Mateos, jefa de equipo en Viena y entrenadora de Onopko en el club Omega de Oviedo. “No tenemos ni sponsor ni otras ayudas así que lo hemos resuelto a través del club”, añade sin querer entrar en másdetalles. Onopko es hija del exfutbolista del Oviedo y del Rayo. A los 17 años, y tras superar una grave lesión en la rótula, la competición es para ella una buena oportunidad de foguearse y de vivir el ambiente de los grandes torneos. Para Natalia García, un año mayor, también.
La rítmica es solo el último deporte que ha optado por pedir un esfuerzo económico a sus deportistas para hacer frente a compromisos deportivos de la entidad de un Europeo al menos hasta que amaine la crisis. El primero en hacerlo público fue el hockey, que impuso esta fórmula en distintos grados a todas las categorías inferiores.
Fuente: Elpais.es (30/5/13)
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