Los clientes llegan por decenas, a todas horas, un día sí y otro también desde que Zara reabrió su macrotienda en San Sebastián el pasado 23 de mayo. En las oficinas, suenan los teléfonos. Llaman desde la central de Inditex en A Coruña para dar la “enhorabuena”. Las felicitaciones de la jefatura no han cesado estos días al comprobar que el establecimiento donostiarra ha conseguido ser líder de ventas de Zara en todo el mundo, por delante incluso de Nueva York, Londres o la calle Serrano de Madrid. Sigue sin descanso el trasiego de compradores: “Esto es una locura. No hemos parado un segundo desde que abrimos la tienda”, afirma una empleada.
La tienda de Zara en San Sebastián fue la que más vendió en todo el mundo durante el día de su inauguración, algo comprensible a la vista de la expectación que había generado su reapertura tras permanecer más de tres meses cerrada para transformarla en el establecimiento de Zara más grande de España y uno de los más emblemáticos para la compañía. Personal de la firma textil confirmó a este diario que la hazaña se ha repetido los dos fines de semana que lleva abierto. Los dos sábados —el 24 de mayo y este último también— ha conseguido situarse como la tienda de Zara con más ventas en el mundo. Entre semana, de lunes a jueves, se quedó en el segundo lugar, aseguran las mismas fuentes.
Zara cuenta, a 31 de enero de 2014, con 1.827 tiendas repartidas en 87 países de los cinco continentes, de las que 323 están ubicadas en España. Esta firma, la más potente del entramado Inditex, logró el año pasado unas ventas por 10.804 millones de euros, el 64,6% de lo que factura el grupo. “Así se entiende la verdadera importancia que tiene ser la tienda de Zara que más vende en el mundo”, apuntan fuentes del personal de Zara en Gipuzkoa.
Responsables de Inditex telefonean para dar la «enhorabuena”
Inditex, por su parte, no quiso facilitar ningún dato sobre la evolución de las ventas en el nuevo establecimiento donostiarra. Se remiten a que la política de la empresa les impide dar detalles económicos por tratarse de una compañía que cotiza en Bolsa y está obligada a informar de sus resultados a los organismos correspondientes. Ahora bien, Inditex admite que “todo va de acuerdo con lo esperado”. “Es una obviedad que estamos recibiendo muchos clientes y todo va conforme a las expectativas. El sitio es estupendo”, añade un portavoz del grupo textil.
Si antes de su renovación ya era un comercio muy rentable, con mucha afluencia de compradores, Zara San Sebastián está consiguiendo batir todas sus marcas. Los días en que se logró ser número uno en ventas, los ascensores y las escaleras mecánicas quedaron colapsadas por momentos, en las cajas se formaron largas colas y en los probadores, otro tanto: “Hemos notado un aumento de clientes franceses, aunque también vienen americanos e ingleses”, asegura la misma dependienta, quien prefiere mantenerse en el anonimato. Los responsables de la tienda calculaban que antes de la ampliación el 30% de los compradores eran franceses.
Cuatro plantas
El establecimiento de la capital guipuzcoana, renovado de acuerdo con la nueva imagen que Zara quiere dar a su marca, está situado en el antiguo mercado de San Martín, donde abrió sus puertas en 2005. Con su ampliación, ahora cuenta con 4.600 metros cuadrados, de los cuales 2.800 se destinan a uso comercial.
La tienda tiene cuatro plantas (mujer, basic, niños y caballero). Ahorra un 50% en el consumo de agua sobre una tienda convencional y que logrará reducir en un 30% el consumo anual de energía. Zara ha invertido 2,8 millones en la ampliación.
“En la casa están contentos porque han comprobado en las cajas del resto de tiendas de Gipuzkoa que en estas se han mantenido las ventas. Esto quiere decir que Zara San Sebastián no ha crecido a costa de otras tiendas. También demuestra que mucho público francés prefiere acercarse a la capital en lugar de hacer sus compras en Zara Irún, pese a estar 25 kilómetros más cerca de la frontera”, razona una trabajadora. Con la reforma y puesta de largo, San Sebastián cuenta con 150 empleados, de los que un tercio han sido nuevas contrataciones.
El trajín incesante que está viviendo estos días el establecimiento donostiarra ha hecho redoblar la actividad de los empleados para “tener en orden las estanterías, las baldas y los mostradores”, aunque en ocasiones “ha sido imposible”, sobre todo “de seis a ocho de la tarde, que es el momento de más actividad y afluencia de personas”, afirma una dependienta.
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