En la historia de la navegación, esta década quizá sea recordada como la de los navíos gigantescos. Apenas ha pasado un año desde que los barcos de la clase Triple-E comenzaron a cruzar los océanos de todo el mundo con capacidad para 18.300 contenedores, y ya hay un nuevo gigante que bate su récord: 19.000 contenedores de 20 pies (o TEUs).
Eso supone capacidad de sobra como para cargar otros tantos vehículos Fiat 500 o, aprovechando al máximo el espacio, unos 730.000 metros cúbicos: poco menos del volumen de agua que contienen 300 piscinas olímpicas.
Respecto a las dimensiones de este nuevo barco, bautizado como CSCL Globe, tiene una eslora (longitud) de 400 metros, con 58,6 metros de manga (ancho) y 30,5 metros de puntal (altura). Visto desde arriba, habría que juntar cuatro campos de fútbol para poder igualar su superficie.
El CSCL Globe, que ha sido presentado esta semana en los astilleros que Hyundai Heavy Industries (HHI) tiene en la localidad surcoreana de Ulsan, monta además el mayor motor construido jamás: un monstruo de 17 metros de altura con 69.720 kW de potencia, fabricado por MAN, y que promete reducir hasta un 20% el consumo de energía por contenedor transportado si se compara con barcos con la mitad de la capacidad.
Barcos cada vez más grandes
Encargado por la empresa pública China Shipping Group, el nuevo buque será entregado antes de que acabe el mes y comenzará a prestar servicio de forma inmediata en las rutas que conectan Euroa y Asia.
La espiral de aumento de capacidad en los tráficos contenedorizados se ha animado al ritmo marcado por el comercio internacional, que está alimentado especialmente por los flujos entre el sudeste asiático y Europa occidental.
Si en 2010 salía de los astilleros de la propia HHI el primer barco con capacidad superior a 10.000 TEUs, apenas cuatro años después esa capacidad de carga ya se ha duplicado. Y esta especie de carrera armamentística no parece que vaya a terminar pronto.
El principal freno a su adopción es la capacidad de estiba de los muelles donde recalan estos gigantes, ya que las operaciones de carga y descarga de grandes volúmenes en cortos espacios de tiempo pueden saturar las instalaciones de muchas terminales.
El pasado mes de julio el puerto español de Algeciras presumía de haber ayudado a llenar la panza de un Triple-E de la naviera Maersk, que salió de la terminal gaditana cargado con el mayor número de contenedores cargado jamás de una sola tacada: más de 17.500 TEUs.
Por el momento, la naviera china ha encargado otras tres unidades gemelas al CSCL Globe, mientras que Maersk sigue recibiendo las unidades que faltan para completar su pedido de 20 barcos de la clase Triple-E.
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