Más problemas económicos para el FC Barcelona. En plena crisis financiera por el golpe del coronavirus, Hacienda ha impuesto una sanción millonaria a la entidad blaugrana.
La Delegación Central de Grandes Contribuyentes de la Agencia Tributaria le reclama casi nueve millones de euros en concepto de retenciones por los rendimientos por trabajo/profesional (enero 2012-junio 2015) no abonados, a lo que suma una multa de otros 14 millones de euros por esta cuestión: 23 millones de euros en total.
Dicha sanción fue ratificada por el Tribunal Económico Administrativo Central justo antes del verano, pero el club de fútbol recurrió ante la Audiencia Nacional para que se suspendiera el pago. El equipo catalán ha logrado que la sala de lo contencioso-administrativo del alto tribunal aplace este desembolso después de alegar los perjuicios y «su difícil reparación» del inmediato pago de la misma.
Para conseguir diferir la liquidación de impuestos y lograr oxígeno gracias a esta medida cautelar, el FC Barcelona destaca ante los magistrados «la situación excepcional de pandemia del covid-19, que ha generado una reducción sustancial de sus ingresos, al desarrollar su actividad en uno de los sectores más afectados por la crisis económica derivada de la crisis sanitaria (espectáculos públicos), que justifica, a su juicio, la adopción de medidas excepcionales».
Por un lado, el Barça alude a la disminución del valor de mercado de sus jugadores: «El covid-19 no solo ha afectado a los ingresos y los gastos del club, sino que también ha devaluado temporalmente su intangible más preciado, esto es, el valor de su plantilla», reza el auto judicial consultado por El Confidencial.
«La comprometida situación de la tesorería y la negativa de diversas entidades financieras a concederle aval no excluyen de prestar garantía»
Por otro lado, el equipo que hoy lidera una comisión gestora tras la dimisión de su anterior presidente, Josep Maria Bartomeu, destaca que la «disminución significativa de sus ingresos ha tenido reflejo en la situación financiera del FCB», y añade: «La bajada de los ingresos y el mantenimiento sustancial de los gastos de explotación del FCB [más de 16 millones de euros mensuales de media en el último semestre] se han traducido en una acuciada disminución de su resultado, lo cual le impediría hacer frente a las cantidades derivadas de los acuerdos de liquidación y sancionador».
Por todo lo anterior, la sala que juzga el caso entiende procedente esta medida cautelar, a la que se oponía la Abogacía del Estado. Sin embargo, los magistrados no le conceden la dispensa parcial de las garantías que también pedía el Barça. «La comprometida situación de la tesorería del club, así como la negativa de diversas entidades financieras a concederle aval, no excluye la prestación de garantía en cualquier otra de las formas admitidas en derecho para responder, en su caso, del importe de la sanción», explica la Audiencia Nacional.
Crisis a todos los niveles
El FC Barcelona vive una de las peores crisis de su historia. A los problemas económicos hay que sumar su difícil situación institucional (sin directiva a falta de elecciones) y el mal momento deportivo que vive el club, decimosegundo en La Liga después de solo una victoria en los últimos seis partidos y con su jugador franquicia, Lionel Messi, cada vez más desencantado.
Tal y como avanzó este medio, el club apenas cuenta con 30 millones de fondos propios para hacer frente a su complicado día a día, lo que lo sitúa cada vez más cerca del concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos). Con este panorama, la directiva interina liderada por Carles Tusquets está tratando de pactar un recorte salarial con su plantilla de 190 millones de euros, lo que le permitiría seguir con vida. De ahí que la sanción impuesta por Hacienda llegue en el peor momento para el club, cuya actual crisis financiera considera «coyuntural y excepcional».
Esta no es la primera vez que el club o sus estrellas tienen problemas con el fisco. Uno de las controversias tributarias que lo persiguen viene del tratamiento fiscal de los agentes e intermediarios que participan en los fichajes de los futbolistas.
Hacienda detectó que estos agentes facturaban al club por los servicios prestados en las transacciones multimillonarias de las estrellas del balompié. Sin embargo, desde 2015, Hacienda aplica un criterio en el que entiende que los intermediarios no prestan estos servicios al club sino al jugador en cuestión al que representan.
Esta diferenciación hace que los honorarios del agente los tenga que pagar el futbolista, con lo que si quiere repercutirlos al equipo, lo tiene que hacer elevando sus ingresos y posteriormente liquidando los servicios con el representante. A efectos fiscales, esto supone un cambio sustancial, ya que se pasa de que el agente facture con el 21% de IVA al club a que el futbolista pague con un tipo marginal del 52%.
Fuente: Elconfidencial.com (24/11/20) Pixabay.com