Llevar un mojito o un cosmopolitan en la mochila, sin que pese ni ocupe espacio pero con el mismo sabor y los mismos efectos que los que sirven en un bar. Es lo que promete ‘Palcohol’, el nombre del alcohol en polvo que quiere comercializar la compañía Lipsmark LLC y que ha generado una gran controversia en EEUU. Sobre todo, porque ha estado aprobado durante unos días… por ‘error’.
Un ejemplo de la expectación que ha creado este producto es que a primeros de abril una búsqueda en Google sobre ese término arrojaba cero resultados y ahora el buscador ofrece más de tres millones de enlaces relacionados. A simple vista, un poco exagerado para una bebida que aún no está en el mercado, que por el momento es más ficción que realidad.
La polémica comenzó cuando el Alcohol and Tobacco Tax and Trade Bureau (TTB), el órgano del Departamento del Tesoro que se encarga de la regulación de las bebidas alcohólicas, aprobó el etiquetado y empaquetado de ‘Palcohol’. Poco después se retiró y se dijo que había sido dada por ‘error’, aunque el proceso que llevó a ello es, según el departamento, «confidencial».
El abogado Robert C. Lehrman, de la firma Lehrman Beverage Law -especializada en estos procesos-, reconoce por e-mail a EL MUNDO que «nunca había visto una locura igual. Con ningún producto hasta la fecha se había producido un interés semejante y eso que el intento de comercializar un alcohol en polvo es antiguo, desde la década de los 70 hay movimientos al respecto, aunque sin éxito».
La historia comenzó el 8 de abril, fecha en la que el TTB aprobó el etiquetado de Palcohol. «Nosostros lo vimos unos días después y nos quedamos sorprendidos porque pensamos que era un gran cambio en la política del Gobierno sobre estos productos. Escribimos un post y poco después, el lunes 14, el TTB contactó con la compañía Lipsmark para informarla de que la aprobación había sido un error y que la revocaba», explica Lehrman.
Pero el paso ya se había dado. Y los fabricantes de ‘Palcohol’ se apresuraron a matizar en su página web -a la que han remitido ante las preguntas sobre el tema- que el problema estaba en el volumen de alcohol que figura en las etiquetas, pero que una vez solucionado, recibirá la aprobación. «Lo cierto es que ningún producto había estado tan cerca», admite el abogado.
La fórmula secreta
El creador de este invento es Mark Phillips, que se define a sí mismo como un hombre «activo y deportista» que echaba de menos poder tomarse algo después de una jornada en bici o en kayak. Por eso decidió crear un alcohol en polvo que se convirtiera en una copa con sólo añadirle agua. Así de fácil. De momento cuenta con seis versiones: ron, vodka, cosmopolitan, mojito, powderita (una especie de margarita) y limonada.
Pero el proceso por el cual se ha hecho este polvo es una incógnita. «Si te lo dijera tendría que matarte», escriben explícitamente.
Algunos sectores ya han alzado la voz sobre los posibles peligros que podría entrañar esta bebida. El primero, del que el propio fabricante es consciente, es que algunos decidan esnifarlo. De hecho, han aumentado un poco el grosor del polvo para disuadir de esta práctica. «Sí, puedes esnifarlo. Y estarás borracho casi al instante porque el alcohol se absorbe rápidamente. ¿Es una buena idea? No. Te destrozaría. Es una manera de fastidiarlo. Utiliza Palcohol como se debe», insisten en la web.
También preocupa el efecto que puede tener si se usa para cocinar, algo que todavía no se ha probado. En cuanto a si es más o menos saludable que otras fórmulas, desde Lipsmark lo aclaran: «Se trata de una bebida alcohólica, con el mismo efecto que su forma líquida».
Aún con todos estos temores, Robert C. Lehrman cree que «la compañía hará algunas revisiones de su etiquetado y obtendrá la autorización en pocas semanas. Entonces necesitará el siguiente paso, que es la aprobación de cada estado, cada uno de los cuales exige unas cosas distintas para darla. Si finalmente llega al mercado, será un hito«.
De momento tiene la aprobación para operar como una destilería, tiene la aprobación de su fórmula y falta la del etiquetado para poder empezar a comercializar. ¿Cuestión de tiempo?
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