Con la puesta en marcha de los ya tres planes PIVE, el Gobierno quería, en un principio, parar la caída del mercado de turismos y, pasados los meses, ayudar a levantar las cifras de ventas, algo que, poco a poco, ha conseguido. Pero si se atiende al significado de las siglas PIVE, Programa de Incentivo al Vehículo Eficiente, la idea principal era renovar los coches de mayor antigüedad y, por tanto, más contaminantes, por otros con bajas emisiones y bajos consumos de combustible. Algo que también se ha conseguido, según los datos que maneja la principal patronal del sector, Anfac.
El último PIVE consiguió cambiar 150.000 vehículos de este tipo por nuevos, lo que se traduce en un ahorro de combustible de 82 millones de litros al año, 2.171 toneladas menos de NoX y la mitad de emisiones de CO2. Pero si, por un lado, se mejora la calidad del aire, por el otro se resiente la recaudación tributaria por la compra de automóviles.
En los seis primeros meses del año Hacienda ha recaudado casi 135 millones de euros por este tributo frente a los 188 de hace un año, un 30% menos, pese a que solo se vendieron un 1% menos de turismos. Más evidente es el dato de junio: con 800 coches menos, la recaudación ha caído en ocho millones de un año a otro. La explicación ya no puede atribuirse a la caída del mercado, sino a la composición de éste.
El impuesto de matriculación español se basa en criterios medioambientales para gravar los vehículos según su clasificación. Los que emiten 120 gramos de CO2 por kilómetro o menos están exentos de su pago, mientras que los que emitan entre 120 y 160 pagan el tramo inferior, un 4,75% del valor del vehículo, un 3,75% en Canarias.Eso ha llevado a que con los PIVE, que fomentan la compra de estos coches, el 62% de los que se compran no paguen impuesto de matriculación por estar por debajo del límite de emisiones, y el 32% lo hagan en el tramo más bajo. En total, 94% de los coches que se matricularon en el primer semestre no pagaban o, si lo hacían, era en el tramo más bajo del impuesto. Si en 2012 la cuota media era de 573 euros, en 2013 es de 416.
Las cifras
416 euros es el valor de la cuota media que se ha pagado por la matriculación de cada coche hasta junio.
55% de las ventas corresponden a coches de menos de 1.200 centímetros cúbicos, los menos potentes y contaminantes.
35%: es la caída de ventas en los todoterrenos de grandes dimensiones, los más pesados y con mayores consumos.
Diferencias
La influencia del PIVE es apreciable, ya que hace un año los vehículos de menos emisiones suponían el 50% de las ventas, 12 puntos menos, lo que se traduce en 35.500 coches. Si se atiende a la cilindrada, las matriculaciones de coches de menos de 1.200 centímetros cúbicos, los menos potentes y contaminantes, han aumentado en un 55%. Por su parte, las de aquellos con más de 2.000 centímetros cúbicos, los que más tienen que pagar, ha caído un 13%.
El cambio de tendencia salta a la vista observando los datos de ventas por segmentos. La venta de deportivos ha caído un 31% en lo que va de año, las de berlinas de alta gama un 19% y las de lujo un 33%, mientras que los todoterrenos de grandes dimensiones también han retrocedido un 35%.
Pese a la caída de la recaudación, en una época de elevada fiscalidad en España, las patronales del sector insisten en reducir paulatinamente hasta su eliminación el impuesto de matriculación, por considerarlo obsoleto y no estar en consonancia con los principales mercados europeos, que no gravan la adquisición de un automóvil.
Algo que parece difícil ya que, si su adecuación a criterios medioambientales ha llevado a la caída de la recaudación, la próxima reforma del impuesto de circulación, que también se basará en esta vara de medir, llevará consigo el mismo efecto, con la merma correspondiente para los ayuntamientos, responsables del cobro de este tributo. De momento, y más aún desde su última subida, el IVA sigue siendo el que más retorno aporta al Estado en la compra de coches.
¿Cuántos impuestos pago al comprar un coche?
El argumento más utilizado para defender las ayudas del Estado a la compra de coches es el retorno fiscal que conlleva, y que amortiza la inversión realizada. Según la patronal de los concesionarios, Faconauto, el Plan PIVE II hizo que se vendieran 50.000 coches más de los que se hubiesen vendido sin la ayuda. Con sus correspondientes cargas fiscales, la recaudación por estos coches se elevaría a 184 millones, por los 150 de ayudas que puso sobre la mesa el Gobierno. Pero, ¿cuál es la factura fiscal de un coche?
Según Faconauto, el precio de venta al público medio de los coches que se acogieron al Plan PIVE_II_fue de 13.435 euros. De ellos, 2.821 corresponden al 21% del IVA, y 456 del Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte (IEDMT), esto es, el impuesto de matriculación.
Además, hay que hacer frente al impuesto de circulación que cobran los Ayuntamientos, y que de media supone un pago de 60 euros al año, y al permiso de circulación, cuyo coste supera los 90 euros. En total, 3.400 euros corresponden a pagos a las distintas administraciones. A ello, el concesionario debe sumar el pago del 21% del IRPF por la subvención del Gobierno, y un 30% del impuesto de sociedades por la ganancia en la venta de un vehículo. El retorno, en ese caso, alcanza los 3.686 euros por vehículo.
La patronal de los fabricantes Anfac espera que con el PIVE III, que cuenta con 70 millones de euros de presupuesto, la recaudación total por impuestos llegue a 200 millones, de los cuales 74 vendrían de la demanda adicional generada por el plan. Y todo ello sin tener en cuenta que, del precio de un litro de gasolina, la mitad son impuestos.
Fuente: Cincodias.com (5/8/13)
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