La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal que estafó grandes sumas de dinero a empresarios necesitados de financiación. La red operaba por todo el país ofreciendo falsos créditos hipotecarios. El beneficio para la organización consistía en exigir una tasación por parte de la entidad financiera ficticia, cuyo importe –hasta 20.000 euros– debía adelantar la víctima antes de acceder a la firma del crédito.
Según ha informado la Policía Nacional en una nota, en más de 90 operaciones, llegaron a ofrecer a sus víctimas grandes cantidades de dinero con condiciones muy favorables y simulando pertenecer a alguna entidad bancaria internacional.
La primera fase de la investigación culminó con el arresto de los cinco principales responsables en Madrid, Jaén, Granada y Albacete. Tras el estudio de las declaraciones de las víctimas se detuvo a otras cuatro personas en Guipúzcoa, Madrid, Barcelona, Jaén y Cádiz. Se les atribuyen los delitos de pertenencia a organización criminal, falsedad documental y estafa.
La investigación se inició tras el cotejo de dos denuncias presentadas en Granada por la comisión de delitos de pertenencia a organización criminal, estafa y falsedad documental. Al parecer, los denunciantes habían pagado de la misma forma supuestas tasaciones de sus bienes y negocios al objeto de acceder a un elevado préstamo hipotecario que nunca se concedió.
Las primeras pesquisas determinaron que existían varias células formadas por dos o tres individuos y distribuidas por toda la geografía nacional. En primer lugar, trababan amistad con personas del entorno empresarial de cada zona haciéndose pasar por supuestos intermediarios en la prestación de créditos hipotecarios por parte de banca extranjera o grupos de inversión privada.
Seguidamente, les ofrecían la posibilidad de trabajar con ellos como comisionistas, convirtiéndose así en el gancho para la captación de empresarios y particulares necesitados de financiación. Una vez contactaban con las víctimas, les ofrecían una oportunidad inmejorable de obtener un crédito por cuantía de varios millones de euros.
Tras un primer acuerdo, entraba en acción el falso jefe de la supuesta entidad financiera, que explicaba al cliente-víctima los pasos a seguir para el estudio de la concesión del préstamo. Una vez comunicada la aceptación del crédito, la organización solicitaba la tasación de los bienes o negocios objeto de la hipoteca como condición indispensable para la firma del préstamo.
Para ello ofrecían la posibilidad de encargar dicha valoración a la empresa tasadora de la propia entidad financiera, lo que suponía una rebaja importante sobre el precio de la misma. Esta cantidad, que oscilaba entre los 500 y 20.000 euros en función de la cuantía del crédito y de los bienes a valorar, era abonada por la víctima a una cuenta controlada por la tasadora, o bien mediante giro postal o entrega en metálico.
A la cantidad desembolsada en pago por las tasaciones descritas, hay que sumar como perjuicio adicional para los empresarios el hecho de que algunos de ellos adelantaron sus inversiones a la espera de la firma del crédito que les habían concedido falsamente.
Hasta el momento los agentes han detectado pagos para la emisión de estas tasaciones que suman cerca de 100.000 euros en una sola cuenta.
Fuente: Elmundo.es (10/6/13)
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