¿Cuántos impuestos pagan realmente los ricos en EEUU?

El número de asistentes a una manifestación varía, y mucho, en función de si la cifra la facilita el convocante, la Policía o el organismo contra el que va dirigida la protesta. Lo mismo pasa con los impuestos en EEUU. Según las grandes fortunas, su presión fiscal es la más alta del país y soportan hasta un 37% de sus ingresos. Sin embargo, la Casa Blanca considera que apenas aportan el 8%. Pero las declaraciones de la renta no mienten: la realidad es que su carga fiscal es de poco más del 3%.

Al menos, esa es la conclusión a la que ha llegado la red de investigación ProPublica, tras analizar cientos de declaraciones presentadas entre 2013 y 2018 por las 400 mayores fortunas del país, entre las que evidentemente se encuentran los nombres habituales entre los más ricos de EEUU, como Bill Gates o Laurien Powell (viuda de Steve Jobs), muchos de ellos ligados a la industria tecnológica.

Eso no quiere decir que estén defraudando al erario público, sino que, simplemente, han encontrado la fórmula para reducir su carga fiscal, por ejemplo, a través de importantes donaciones que canalizan mediante fundaciones que llevan por nombre el apellido familiar y financian diferentes proyectos filantrópicos. A veces, basta con cambiar de residencia y optar por un estado fiscalmente más favorable; otras fórmulas requieren algo más de imaginación y un buen equipo de fiscalistas.

Lo cierto es que, por ejemplo, el millonario Michael Bloomberg, que ganó alrededor de 2.050 millones de dólares (1.910 millones de euros) de media al año entre 2013 y 2018, logró deducirse el 66% de sus beneficios personales y su carga fiscal ascendió a poco más del 4%, según se desprende de esta investigación.

En Estados Unidos, un asalariado que gane alrededor de 45.000 dólares (42.000 euros) anuales contribuye, de media, con el 21% de sus ingresos. A partir de ahí, se aplica un escala que crece progresivamente, hasta que llega a los más ricos, donde el porcentaje empieza a decrecer. Pasados los cinco millones de dólares, cuanto más se gana, menos se paga a Hacienda. Al menos, en Estados Unidos.

Precisamente, por eso el presidente Joe Biden quiere crear el primer impuesto para ricos del país, que sólo afectaría a las grandes fortunas con un patrimonio superior a 100 millones de dólares (93,2 millones de euros) y especialmente pensado para gravar a los milmillonarios. Realmente, no se trata de cambiar el funcionamiento del IRPF, sino de aplicarles un nuevo Impuesto sobre el Patrimonio, que tenga un tipo mínimo del 20%.

Según los cálculos de la Casa Blanca, la presión fiscal en el caso de las grandes fortunas del país es tan baja porque gran parte de su riqueza –por no decir la mayoría– se sustenta en participaciones en empresas o fondos de inversión. Mientras que los dividendos sí tributan, los incrementos de valor de sus acciones no lo hacen y, por tanto, no pagan por ese incremento hasta el día en que fallecen y sus herederos han de pagar por la cantidad que reciben (Impuesto de Sucesiones). Sin embargo, nada les impide acceder a préstamos y otras fuentes de financiación garantizados con esas acciones. Y, además, muchos de esos créditos desgravan en la declaración.

Si el proyecto de Biden sale adelante, la idea es que se aplique un tipo mínimo del 20% que las grandes fortunas deberán pagar en los próximos cinco años. Después, sólo tendrán que hacerlo por el incremento que su patrimonio experimente cada año. Si la medida logra el visto bueno del Senado, supondría un desembolso extra de 50.000 millones de dólares para el fundador de Tesla, Elon Musk, y de unos 35.000 millones de dólares para Jeff Bezos, fundador de Amazon. La Hacienda de EEUU recaudaría 360.000 millones de dólares (335.000 millones de euros) en la próxima década.

Fuente: expansion.com (29/6/22) Pixabay.com

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