La rutina del día a día engrosa poco la chequera del Estado
Sin darnos cuenta, pasamos buena parte de nuestra jornada consumiendo y, en consecuencia, pagando IVA. La rutina del día a día engrosa poco a poco la chequera del Estado. Pero ¿en total cuánto nos puede costar el IVA desde que nos levantamos hasta que nos acostamos?
En un día normal, podríamos empezar la mañana con un café de 1,30 euros, y un bollo de otros 1,30 euros, de los cuales el Estado se estaría llevando el 8%, es decir, 10 céntimos por cada uno. A continuación compramos un periódico en el quiosco más cercano por el mismo precio, sumaríamos 5 céntimos más.
Para desplazarnos a una importante reunión, cogemos un taxi que nos lleva al centro de la ciudad por el que pagamos 15 euros, de ellos, 1,20 euros corresponderían al Estado, y otros 1,20 euros, a la vuelta.
En el trabajo no consumimos, pero en el descanso decidimos ir a comer el menú del día en el bar cercano. Pagamos 11 euros por él, de los cuales 88 céntimos corresponden al impuesto.
Al llegar a la oficina nos tomamos otro café de la máquina por 50 céntimos, de los cuales 5 se sumarían a la cuenta.
Terminamos nuestra jornada de trabajo y decidimos volver a casa utilizando el transporte público. Si por ejemplo estamos en Madrid, el ticket de metro según las nuevas tarifas podría llegar a costarnos 2 euros, es decir, 0,16 de IVA.
Al llegar a casa recogemos el correo. Han llegado la factura de la electricidad y del agua. Imaginemos que nos toca pagar 60 euros de luz este mes, de ellos el IVA se lleva el 18% (10,8 euros). De agua un poco menos, unos 50 euros de los que el Estado se queda otro 18% (9 euros).
Después de descansar un poco, cojo el coche para ir a hacer la compra. A medio camino descubrimos que necesitamos repostar. Nos paramos en una gasolinera y llenamos el depósito por 80 euros, pagando 14,4 euros de IVA.
Ya en el supermercado adquirimos distintos productos: Leche, azúcar, fruta o arroz por valor de 6 euros, que tributan al tipo superreducido del 4%, el Estado retiene solo 25 céntimos; otros alimentos como gazpacho, yogures, macarrones o algo de carne por los que pagamos 17 euros, de los cuales el Estado se queda el iva reducido del 8%, es decir 1,35 euros.
También decidimos comprar ropa interior, maquinillas de afeitar, algunos productos de higiene íntima y un par de herramientas que necesitamos. Todo eso tributa al IVA general 18%, nos llevamos unos 30 euros, y por lo tanto el 5,36 para el impuesto.
Para cerrar el día, nos tomamos unas cervezas con unos amigos. En total pagamos 9 euros, de los cuales 1,62 tributan al 18% correspondiente a todas las bebidas alcohólicas.
Terminamos la jornada habiendo consumido 275,9 euros, de los cuales 46’52 euros han ido a IVA, es decir casi un 17% de lo que hemos pagado durante el día, se lo llevariá el impuesto.
Fuente: Elpais.com (28/6/12)
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