Hacerse autónomo y ser tu propio jefe es algo que puede resultar muy atractivo para muchas personas. Sin embargo tienen una cara muy oscura que solo se contempla cuando estamos cerca del final de nuestra vida laboral. Coticé toda mi vida y me queda una pensión de miseria, esta afirmación es habitual entre los autónomos jubilados.
Porque toda su vida han estado cotizando por la base mínima. Y nadie les ha informado que deberían cotizar más o cuando lo han hecho ya era demasiado tarde. Por eso muchos de ellos intentan retrasar el máximo posible su edad de jubilación o buscan una jubilación parcial, para poder tener otros ingresos además de su pensión.
Una diferencia notable respecto a los asalariados
Las diferencias con los trabajadores por cuenta ajena son notables. La pensión media de jubilación de los autónomos puede estar en torno a los 762 euros al mes, mientras que la de los trabajadores por cuenta ajena era de 1286 euros en el pasado mes de septiembre. Esto supone un agravio importante para el sector.
Es una diferencia muy importante y para muchos supone una bajada de nivel de vida brutal. Podríamos pensar que han sido autoempleados que apenas llegaban a los mil euros anuales, pero en su mayoría son autónomos que a lo largo de su vida han tenido momentos en los que les ha ido muy bien. Pero nunca llegaron a mejorar sus bases de cotización o pensar en el mañana.
Son muy pocos los que han ido haciendo hucha con un plan de pensiones privado que complemente esta pensión de jubilación. Por eso que da poco donde agarrarse, más allá de seguir trabajando. Y por eso la edad de jubilación del autónomo es más elevada que la de un asalariado.Muchos planes de ahorros de los autónomos para la jubilación se los llevó por delante la crisis económica
Pero claro, no es lo mismo seguir trabajando con 66 años si eres un notario, tenemos un comercio o si somos albañiles. Los trabajos físicos son más penosos y más complicado mantenerse en activo. En estos casos trabajar a media jornada es la opción más viable.
Todo esto podría solucionarse cotizando por ingresos reales. Si al autónomo le va bien y tiene muchos ingresos, aumenta su cotización. Si es un trimestre o año malo, pagará menos por su cotización. Lo normal es que acabe pagando más de la media que le suponía la base mínima, pero también llegada la jubilación la brecha con el asalariado se reduciría notablemente.
Otra solución: Subir la base de cotización de los autónomos
Este cambio se puede realizar cuatro veces al año:
- Antes del 31 de marzo, esta modificación tendrá efectos a partir del 1 de abril del mismo año
- Con anterioridad al 30 de junio, con efectos 1 de julio.
- Antes del 30 de septiembre, esta modificación tendrá efectos a partir del 1 de octubre del mismo año
- Con anterioridad al 31 de diciembre, con efectos 1 de enero del año siguiente.
Las modificaciones realizadas con anterioridad a estas fecha tendrán efectos a partir del 1 del mes siguiente.
Como ejemplo, adjuntamos algunas de las bases de cotización vigentes y las cuotas a ingresar en su caso mensualmente:
- Mínima: 944,40€ -> tiene una cuota de 283,32€
- Máxima: 4.070,10€ -> tiene un cuota de 1.221,03€
- Base de 1.214,10€ -> tiene una cuota de 364,22€
Por otro lado, la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) puede incrementar automáticamente la base de cotización, siempre que se haya optado por ello cuando se solicitó el cambio de base.
Fuente: Pymesyautonomos.es (18/11/19) Pixabay.com