La española Contenur, especializada en el diseño y producción de contenedores, lleva la eficiencia al mundo de los residuos gracias a su apuesta por la tecnología.
El grupo, que se ha posicionado como el tercer fabricante europeo del sector, con una facturación al cierre de 2012 de 76 millones de euros, ha desarrollado un sistema de sensores y chips para monitorizar el uso de sus contenedores. De este modo, la compañía puede controlar de forma remota cuál es la carga de cada contenedor o detectar por ejemplo un incendio.
Fundada en 1985, la apuesta de esta compañía por una clara estrategia de internacionalización le ha llevado a conseguir el 60%de su facturación en los mercados exteriores, a través de filiales, desde las que suministra a un mercado global que supera los 30 países. Tecnología propia Parte del éxito de este grupo español reside en el desarrollo de su tecnología propia para la fabricación de las piezas de inyección de plásticos más grandes de Europa. Así, Contenur basa buena parte de su crecimiento en la innovación y el diseño, que aplica a sus contendores de carga lateral, los iglúes, los contenedores soterrados y las papeleras diseñadas en colaboración con algunos ayuntamientos, como Madrid, Barcelona y París.
La introducción de nuevas tecnologías en los contenedores permiten por ejemplo llevar un control fiable de llenado, por lo que las compañías encargadas de su recogida pueden reorganizar las rutas de forma más eficiente en base a esos datos, disminuyendo el consumo de combustible y también las emisiones de CO2. De este modo se evitan los atascos de residuos o en caso contrario su infrautilización.
Gracias a su tecnología se pueden también evitar accidentes cono un contenedor volcado o fuera de su ubicación, a través de la incorporación de un control de vuelco o desplazamiento, que avisa a la empresa encargada de la gestión de los servicios urbanos para recolocarlos rápidamente.
Otra de las funciones que ha desarrollado Contenur puede evitar daños mayores por incendio, dotando a los contenedores de control de temperatura y alarma por su gran ascenso repentino, con el objetivo de que se acuda rápidamente a su extinción en el caso de haber sido incendiado. Asimismo, los programas de I+D+i le han permitido avanzar en otros ámbitos tecnológicos que ayudan a reducir la contaminación sonora, incorporando capas de espumado en las paredes de los iglúes o sistemas de amortiguación de las caídas de las tapas.
Expansión internacional
Gracias a estas innovaciones el grupo español tiene previsto incrementar su cifra de volumen de ventas en un 40% en los próximos tres años y realizar inversiones de más de 18 millones de euros en crecimiento orgánico, aunque no descarta la adquisición de nuevas firmas en Europa y Latinoamérica, para lo que cuenta con el apoyo de los fondos de capital riesgo Miura Private Equity y Demeter Partners, que participan en el accionariado de la sociedad junto al equipo directivo.
La compañía, además de comercializar producto en el exterior, ha iniciado también su actividad de fabricación fuera de España. Así, el año pasado inauguró su primer centro de producción en Europa del Este, en la ciudad de Mielec, al sur de Polonia, desde el que abastece a todo el mercado de esta región.
Fuente: Eleconomista.es (27/8/13)
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