Los coches diésel pueden sufrir más que otros a causa del coronavirus. Millones de automóviles permanecen parados por el estado de alarma y se exponen a problemas mecánicos que, en buena medida, se pueden evitar realizando un correcto mantenimiento.Y aunque estas recomendaciones generales sirven para todos, los modelos de gasóleo tienen un punto flaco adicional con consecuencias negativas: el filtro de partículas.
Se trata de un elemento al que le sienta particularmente mal la inactividad, algo que se ha puesto de manifiesto en un gran número de llamadas por incidencias relacionadas con el sistema, como ha podido recoger el Real Automóvil Club España (RACE) en su cuenta de Twitter:RACE – Real Automóvil Club de España@RACE_es
El filtro tiende a acumular partículas y a saturarse por dos razones. Ocurre por la falta de uso pero también cuando se realizan trayectos cortos, en frío y a bajas revoluciones, precisamente el tipo de traslados más frecuentes durante en el estado de alarma actual. En un primer momento, la obstrucción parcial del filtro se manifiesta en el cuadro de mandos con la iluminación del testigo que aparece en el tuit del RACE.
Esto no implica que se vaya a producir una avería inmediata, pero de no solucionarse sí que puede convertirse en un quebradero de cabeza (y de bolsillo) para el propietario del vehículo. Por suerte, es relativamente sencillo solucionar el problema.
La recomendación principal es circular con el motor a unas revoluciones más altas de lo habitual. Esto aumentará la temperatura del motor, así como de los gases de escape y su velocidad, lo que permitirá quemar una mayor cantidad de partículas. Se eliminarán las que ya estuvieran acumuladas en el filtro y se minimizará el riesgo de que se depositen nuevas.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que para hacerlo es necesario que el motor ya se encuentre caliente, puesto que forzarlo en frío puede causar averías de otra índole. Para calentar el propulsor se hace necesario tenerlo en funcionamiento durante un tiempo, algo que puede ser complicado dada las limitaciones de movilidad existentes. Lo recomendable, así pues, es subir las revoluciones del vehículo cuando estemos cerca ya del destino, para que el propulsor haya rodado el máximo tiempo posible y tenga la temperatura adecuada, situación que podrá comprobarse en el indicador del cuadro de mandos.
Otra medida útil, pero difícilmente realizable con el estado de alarma salvo excepciones muy concretas, es la de hacer viajes más largos y preferiblemente evitando entornos urbanos.
Cómo mantener bien el coche
Para una buena conservación de un vehículo que esté parado se deben seguir algunas recomendaciones básicas, que lo mantendrán listo para volver a funcionar sin problemas al cabo de unas semanas. Estas son algunas ideas fundamentales.
- Batería. Si es posible, conviene desconectar la batería para que no se descargue. Bastará con desmontar el borne negativo de la masa para conservar la carga durante algunas semanas.
- Neumáticos. Conviene que estén bien inflados para evitar deformaciones. Incluso es conveniente que tengan un 25% más de presión para que el propio peso del vehículo no los deforme.
- Freno de mano. No levantar del todo la palanca del freno de mano, en el caso de que sea mecánico, para evitar que se agarrote con el tiempo. Dejar una marcha puesta para inmovilizar el vehículo y, si es necesario, bloquear las ruedas mediante cuñas.
- Combustible. Dejar el depósito por encima de la mitad de su capacidad para evitar que se formen sedimentos o condensación de agua.
Fuente: Elpais.com (13/4/20) Pixabay.com