Kent Collier (Fairfax, Virginia, 1981) renunció a su trabajo como vicepresidente de gestión de activos para la compañía de seguros Assurant en 2013 y comenzó a elaborar y enviar alertas de documentos públicos que gracias a algoritmos facilitaban información relevante a sus primeros clientes. Así nació Reorg, una sencilla idea hoy convertida en una gran compañía presente en América, Asia y Reino Unido, y que se ha consolidado como uno de los grandes que adelanta bancarrotas y cobra a sus clientes cifras de hasta seis dígitos. Trabaja con información pública, pero ha declarado la guerra a esa maraña administrativa y burocrática sintetizando datos gracias a una plantilla formada por ingenieros informáticos, abogados veteranos de Lipton o Latham & Watkins, matemáticos y periodistas. La mayoría graduados en Harvard, Columbia y Oxford. En 2016, el grupo Murray Energy le demandó por haber anticipado e informado sobre su bancarrota. Tras el apoyo de grandes medios como ‘Financial Times’, el tribunal reconoció que Reorg estaba protegido por las leyes de Nueva York que amparan a los grupos informativos. En esta firma rastrean y anticipan como nadie, y en los tiempos de covid-19 se han convertido en el socio necesario de una de las crisis más macabras de la historia.
Pregunta. ¿Alguna vez imaginó que una de las peores recesiones económicas de la historia se fuera derivada de una crisis de sanitaria?
Respuesta. No. Las economías mundiales han visto muchas recesiones. Hemos visto otras enfermedades que causan recesiones en la economía global, como el SARS en 2003, pero nada como lo que estamos viendo hoy. El desafío es que no hay una guía histórica o un precedente. Como sociedad, estamos haciendo lo correcto para frenar el virus y reducir los riesgos para la salud que plantea, pero nunca, en la historia registrada, hemos visto la economía como ahora. Debido a que el negocio en Reorg aumenta durante las recesiones, como organización, lo estamos haciendo bien, solo desearía que no viniera con un coste humano tan alto de vidas perdidas y un alto desempleo en todo el mundo.
P. ¿Cómo saltar de la zona de confort y emprender?
R. Antes de crear mi compañía, había muy poca transparencia en los procesos de quiebra e insolvencia. Los casos son extremadamente complejos y hay una letanía de documentos que crean una gran cantidad de opacidad. El tiempo dedicado a seguir una bancarrota exigía muchas horas de trabajo y no había una solución tecnológica que pudiera hacer que ese proceso fuera más eficaz. Al combinar información y algoritmos, podemos analizar decenas de miles de documentos que tenemos al día y expertos en la materia como abogados y ex banqueros de inversión, nos propusimos crear un servicio que brinde transparencia a los mundos de bancarrota e insolvencia. Hemos estado trabajando durante más 7 años y me complace decir que ahora tenemos más de 500 clientes, incluidos algunos de los bancos de inversión, bufetes de abogados, los agentes de inversión más grandes, y cubrimos más de 2.000 compañías en todo el mundo.
El 6% de las empresas de Estados Unidos quebrarán
P. ¿Cuál es su estimación de las bancarrotas que habrá en Estados Unidos para este año y 2021?
R. Estamos analizando y creemos que para este año, las cifras se inclinan a dígitos altos. Hablamos de tasas de bancarrotas del 6% o más. Algunos sectores son peores que otros: vimos a Neiman Marcus declararse en bancarrota esta semana y esperamos que más minoristas se presenten en los próximos meses. Del mismo modo, las compañías energéticas de todo el mundo están lidiando con una nueva normalidad en términos del precio del petróleo. A medida que se despliegan las coberturas, esas compañías se verán afectadas por la liquidez y el flujo de caja. Sobre la transición hacia 2021 y cómo se compara esto, creo que solo estamos en la primera parte de esta crisis. Si bien el comercio minorista y la energía se han visto gravemente afectados, otras cosas como los préstamos directos, las finanzas municipales y ciertos vehículos de crédito estructurados, como los fondos de inversión inmobiliaria, también tendrán dificultades. Muchas personas están haciendo una comparación con la Gran Crisis Financiera de 2008/2009. Aunque creo que la crisis en sí misma será peor que en esos años, dada la extensión del daño, los bancos centrales, incluida la Reserva Federal, han actuado mucho más rápido hoy, por lo que el dolor ha sido mitigado por el momento.
P. ¿Qué pasará en Europa y España?
R. El virus no conoce fronteras, pero cada economía tiene características diferentes y motores de crecimiento complejos. Por ejemplo, una pregunta en la mente de muchas personas es el efecto que tendrán las tasas de interés cero y el aumento del déficit en la fortaleza del dólar estadounidense. Ese es un factor importante al analizar las economías emergentes en América Latina y Europa Central. Además, cada gobierno tiene un conjunto único de circunstancias a considerar en términos de apertura de sus economías, incluida la densidad de población, la capacidad de atención médica, las tendencias subyacentes de covid, etc. Creo que España está adoptando un enfoque más conservador para abrir su economía respecto a Estados Unidos, lo que a corto plazo puede ser más doloroso, pero en última instancia es probablemente la opción correcta. Sin embargo, todas las economías, sin importar dónde se encuentren en la tierra, tendrán dificultades hasta que las personas estén listas para reanudar sus vidas normales, lo que no parece probable hasta que una vacuna viable sea accesible.
P. ¿Y el riesgo del rescate a España es real?
R. Creo que hay muchos desafíos en el sur de Europa y estoy de acuerdo en que van a ser más duros que nunca en los últimos 20 años. Espero más intervención gubernamental en todos los ámbitos. Eso podría tomar la forma de una mayor participación del BCE en los mercados de crédito u otras maneras de inyecciones de capital. También podría adoptar la forma de reformas fiscales que podrían aliviar la carga sobre las economías que se enfrentan a las consecuencias del virus.
P. ¿Cuándo y cómo el final de este túnel?
R. Algunas economías están más avanzadas que otras. Hong Kong abrió sus bares este fin de semana. El código de desescalada para abrir la sociedad ha sido escrito por varios países de Asia. Dicho esto, las medidas que se están aplicando en China y Corea del Sur, por ejemplo, son tan inmensas y requieren tal aceptación cultural que me resulta difícil creer que las economías occidentales puedan seguir directamente sus pasos. En China,los empleados deben verificar su temperatura 3 veces al día y los datos se recopilan y se informan a una autoridad central que supervisa el país en busca de nuevos brotes. Eso no va a suceder en Estados Unidos. Mientras tanto, pruebas masivas y el monitoreo vigilante de los grupos de brotes. Dicho esto, dada la naturaleza única de este virus, ya que puede propagarse mientras está asintomático, no estoy seguro de que la vida vuelva a la normalidad hasta que haya una vacuna. E incluso entonces, creo que habrá grandes cambios sociales que se mantendrán, incluyendo más trabajo a distancia, más uso de máscaras en el espacio público y una disminución general de la densidad de la población, como más espacio de oficinas por persona y menos personas que vivan en las ciudades.
Fuente: Elconfidencial.com (10/5/20) Pixabay.com