Tras agotar en poco más de tres meses los fondos previstos para su primera edición, el Plan PIVE de ayudas a la compra de automóviles vuelve desde hoy con el doble de presupuesto y algunos cambios que conviene conocer.
Tras meses de insistente negativa, el Gobierno se plegó a las peticiones del sector del automóvil y accedió a reactivar las ayudas directas a la compra de coches. A finales de septiembre se puso en marcha el Plan PIVE que incentivaba con 2.000 euros (1.000 de dinero público y otros 1.000 de las marcas) la adquisición de coches eficientes, los de menor consumo de combustible y menos contaminantes. En apenas tres meses los 75 millones del presupuesto de Industria se han consumido y el Ejecutivo lanza ahora la segunda edición del programa duplicando el presupuesto hasta los 150 millones y con algunos cambios en relación al proyecto original.
El nuevo Plan PIVE, que entra en funcionamiento hoy mismo, es aplicable solo a la compra de coches nuevos, y se deja de subvencionar a los vehículos de ocasión (de menos de un año) que sí podían acogerse en la primera edición. Los serie de modelos que pueden acogerse, tanto de turismos como de vehículos industriales ligeros: si emiten menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro, entran en el programa las etiquetas A, B, C y D.
Para acogerse al programa, el conductor debe entregar para el achatarramiento un vehículo un turismo con una antigüedad superior a los 10 años (en la primera edición se exigían 12 años) o un industrial ligero de más de 7 años. El programa solo exige que el cliente que recibe la ayuda –que puede ser un particular, una microempresa o una pyme- sea el propietario del coche que se retira para su achatarramiento, pero no marca un plazo mínimo para esa titularidad. Por ello, con el anterior plan ya se reactivó un mercado de coches viejos de saldo, que eran comprados por conductores con la única intención de utilizarlos para acogerse a las ayudas.
Más ayudas para familias numerosas El programa mantiene la ayuda de 2.000 euros con carácter general, pero amplía esa subvención hasta los 3.000 euros para las familias numerosas que compren vehículos de más de cinco plazas (1.500 del Ministerio y 1.500 del fabricante). Mientras que para la mayoría de los compradores el precio máximo del coche adquirido no puede superar los 25.000 euros, en el caso de las familias numerosas el tope se eleva hasta los 30.000. Como en el plan anterior, no tienen límite de precio ni los coches eléctricos puros, los híbridos enchufables y los eléctricos de autonomía extendida.
El Plan PIVE 2 tiene una duración máxima de doce meses o, en su caso, se extinguirá cuando se consuma el presupuesto asignado. El sector del motor da por hecho que, como en la primera edición, los fondos se agotarán antes de acabar el plazo de vigencia. Con el nuevo plan se subvencionará la compra de entre 145.000 y 150.000 vehículos, en un intento de la industria automovilística y del Ejecutivo de que el sector remonte tras registrar en 2012 el peor dato de ventas en un cuarto de siglo.
Fuente: Expansión.com (4/2/13)
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