Después del verano nos vamos incorporando al trabajo y a las clases y el tráfico en la ciudad se va haciendo cada vez más denso. Muchos optamos por desplazarnos a diario en moto y no está de más repasar las precauciones básicas antes de enfrentarnos cada día a los desplazamientos en dos ruedas por la ciudad.
1: Si utilizamos la moto, aunque sea en una distancia corta, tenemos que equiparnos bien. Casco integral, chaqueta con protecciones, guantes más un calzado fuerte y bien ajustado serán garantía de evitar muchas lesiones graves en caso de caída, aunque sea a poca velocidad.
2: Regular bien los retrovisores para tener el mayor campo visual por detrás nuestro y verificar que funcionan correctamente los intermitentes. Ver y ser visto es una regla de oro sobre una moto. El 85% de los accidentes entre una moto y un coche son por causa de que este último no ha visto la moto.
3: Guardar siempre una distancia de seguridad con el vehículo que nos precede, la frenada imprevista en moto es siempre más crítica que en en un coche, sobre todo si el firme está deslizante.
4: Evitar circular situándonos en el ángulo muerto del retrovisor exterior del coche que nos precede, nos arriesgamos a que cambie de improviso de dirección sin habernos visto.
5; Cuando lleguemos a un cruce ‘barrer’ con la vista a ambos lados girando la cabeza. En moto es muy importante tener una buena visión periférica del entorno para detectar a tiempo los peligros. Tener especial cuidado en las intersecciones, donde se producen más de la mitad de los accidentes con heridas graves. No dar por buena la preferencia y desconfiar siempre de que vaya a ser respetada por los coches o los vehículos pesados. Aunque el semáforo esté en verde, reducir la velocidad para poder controlar mejor la situación.
6: No adelantar nunca a los otros vehículos por la derecha. Además de arriesgarnos a que giren sin vernos, crea confusión en los otros conductores y se crean situaciones de peligro.
7: Ser muy precavidos cuando circulamos entre dos filas de coches. Si es posible hacerlo solamente cuando estos estén parados o circulen a baja velocidad. Aunque esté permitido tácitamente, siempre nos podrán multar por ello, bien por no respetar la distancia de adelantamiento o bien por hacerlo por la derecha de uno de los vehículos.
8: Las infraestructuras por las que circulamos están llenas de ‘trampas’ que deberemos detectar a tiempo. Pintura de señalización, tapas de alcantarillado, desperfectos en el asfaltado, juntas de, bordillos o separadores de carriles son elementos que pueden provocarnos un accidente. Lo mejor es no fiarse a la mínima sospecha de encontrarnos con alguno y reducir la velocidad para no tener que frenar bruscamente cuando estemos sobre ellos.
9: Adaptarnos rápidamente al tiempo húmedo. En cuanto empiece a llover, reducir la velocidad, prever una mayor distancia de frenado y practicar una conducción más suave. Los primeros momentos son los más peligrosos porque la suciedad de la calzada cuando comienza a humedecerse es especialmente deslizante.
10: Desconfiar al entrar en las rotondas, muchas veces inopinadamente sucias de arena, agua de riego o gasoil de algún camión. También son peligrosas para la moto por el mal uso que algunos automovilistas hacen de ellas, sin respetar prioridades ni carriles.
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