Alemania, a la que le gusta presumir de ser «la tierra de poetas y pensadores», no parece pensar mucho en Twitter. Con una población de 80 millones de personas, según encuestas recientes, el servicio tiene entre 500.000 y un millón de usuarios. A continuación analizamos cinco razones por las que los alemanes son reacios a tuitear.
Kulturkampf (combate cultural)
Aunque es habitual ver carteles de campañas políticas antes de unas elecciones en Alemania, es prácticamente impensable que los alemanes coloquen pancartas delante de sus casas, algo habitual en otros países. Los alemanes son mucho más reservados con respecto a sus opiniones personales, y Twitter no sólo es una herramienta para expresar opiniones rápidas, sino que es totalmente público.
El idioma
Debido a la longitud de las palabras y a su complicada estructura gramatical, el alemán no está diseñado para el límite de 140 caracteres de Twitter. Incluso existe una popular cuenta de Twitter, @NeinQuarterly, que se ríe de la complejidad del idioma. Uno de los últimos tuits de Nein muestra una fotografía de una masa aplastada de tubos de acero y ruedas, titulada: «Una fábrica en Alemania. Donde fabrican todas las palabras».
No gusta lo nuevo
Los alemanes son clientes difíciles en lo que se refiere a productos nuevos, sobre todo a tecnología. Muchas nuevas empresas germanas han llegado a dejar Alemania como mercado central, ya que a los alemanes no les gusta experimentar. Es habitual escuchar «¿por qué vamos a usar Twitter cuando ya tenemos Facebook?»
¿Celebridades carismáticas?
Mientras que celebridades estadounidenses como Lady Gaga, Rihanna, y Ashton Kutcher tienen millones de seguidores en Twitter, Alemania sigue estando dominada por «frikis» y personalidades secundarias de medios de comunicación. Dos de los tuiteros alemanes más populares son la supermodelo Heidi Klum, con 2,3 millones de seguidores, y el jugador de baloncesto Dirk Nowitzki, con 1,2 millones. Sin embargo, tanto Klum como Nowitzki tuitean en inglés.
La débil presencia de Twitter en Alemania
Como compañía, Twitter no ha establecido una presencia corporativa muy fuerte en Alemania. Su nueva oficina en Berlín emplea a seis trabajadores a jornada completa. La compañía contará con un jefe en Alemania a partir de agosto, cuando Thomas de Buhr, que en la actualidad trabaja para Google, se traslade a Twitter.
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