La división ‘trucks’ de Tesla Motors no parece ir tan rodada como la de turismos, donde la marca de Elon Musk sigue encabezando el mercado mundial de vehículos eléctricos puros gracias al éxito de la berlina Model 3 y del más reciente Model Y, de carrocería SUV. Pero en el sector del transporte pesado y las camionetas, los retrasos se acumulan, y los planes no han salido como seguramente Elon Musk creía ni, desde luego, como el multimillonario sudafricano había anunciado. Su futurista modelo ‘pick-up’ Cybertruck aún no se vende, y ni siquiera hay fecha exacta de comercialización tras una serie de problemas surgidos durante su desarrollo, que incluso han permitido a la competencia adelantarse con el exitoso Ford F-150 Lightning y el GMC Hummer EV, a los que se sumarán muy pronto otros ‘pick-up’ eléctricos, como el Chevrolet Silverado EV o el GMC Sierra EV.
Pero si el Cybertruck parece resistirse, el camión eléctrico Semi de gran tonelaje también está protagonizando un desarrollo mucho más lento del inicialmente previsto, pues Musk lo anunció a bombo y platillo en 2017 para empezar a venderlo en 2019, y tres años después de ese plazo autoimpuesto aún no rueda ninguno por las carreteras; salvo los prototipos de prueba. Por el camino, además, Tesla reconocía en su momento que un vehículo de semejantes proporciones necesitaría de estaciones de carga más potentes y rápidas que los Superchargers creados para sus turismos, y cuya potencia máxima de carga es de 350 kW, ya que un Tesla Semi podría consumir casi 2 kWh por milla recorrida, lo que equivale a un gasto medio de casi 125 kWh/100 km, y para proporcionar las 500 millas de autonomía anunciadas (800 kilómetros), sus baterías deberían acumular hasta 1.000 kWh en la versión de largo alcance, lo que obligará a crear una red de estaciones específicas para los camiones: los Megachargers.
Sin embargo, Tesla parece tener ya casi listo el Semi, o al menos eso se desprende de unas recientes declaraciones en las que Elon Musk concretaba para finales de este año el lanzamiento comercial de la versión Long Range (largo alcance) del Semi, con esas 500 millas de autonomía oficial, dejándose para más adelante la variante con 300 millas de alcance teórico (480 kilómetros). Y sobre sus precios definitivos, las únicas pistas son las facturas orientativas publicadas hace tiempo, de 180.000 dólares (unos 180.000 euros) para el Semi Long Range, con un peso máximo autorizado que ronda los 37.200 kilos, y 150.000 para su hermano con menos batería.
Media hora para recargar el 70%
Además, al menos dos estaciones Tesla Megacharger estarían ya operativas, funcionando en fase de pruebas: una en la gigafactoría de Tesla en Nevada y otra en un área industrial de la ciudad californiana de Modesto. En ellas, si se cumple lo prometido, bastarán 30 minutos para recargar el 70% de la capacidad de las baterías de un Tesla Semi, un camión dotado de tres motores eléctricos, cada uno en su respectivo eje de tracción, con los que se anuncia una aceleración de 0 a 60 millas por hora (96 km/h) en solo 20 segundos… a plena carga. Y para esas mismas condiciones extremas, la marca explica que un Tesla Semi es capaz de circular a la velocidad máxima legal en autovía incluso al afrontar una pendiente del 5%.
En cuanto a eficiencia, la firma de Musk defiende que con los actuales precios del gasóleo y de la electricidad en Estados Unidos, un usuario medio ahorraría hasta 200.000 dólares (unos 200.000 euros) en tres años si emplea un camión eléctrico Semi en vez de un camión de mecánica diésel, pues el coste de energía por kilómetro es, según Tesla, dos veces y media más barato con el Semi que con un rival diésel comparable. Además, el sistema de actualizaciones remotas de software OTA (Over the Air) también permite realizar una serie de operaciones de mantenimiento a distancia, sin que el camión deba ser revisado en un taller, lo que evita interrupciones en la actividad e incrementa el tiempo de uso efectivo.
Fuente: elconfidencial.com (31/8/22) pixabay.com