China siembra nubes para refrescar la ola de calor más larga en seis décadas

La región se enfrenta a la mayor sequía que ha habido en seis décadas. Multitud de aviones combaten las altas temperaturas e intentan forzar lluvia artificial para llenar el río Yangtze, que se encuentra en mínimos históricos

En varias regiones chinas alrededor del Yangtze, el río más largo de Asia, los aviones están disparando cañones hacia el cielo, utilizando varillas de yoduro de plata para sembrar nubes y tratar de forzar lluvias que sofoquen la peor sequía que se recuerda en el gigante asiático en más de 60 años. Los programas de modificación del clima se extienden por el centro y el suroeste de un país abrasado por una ola de calor sin precedentes.

Apagones en ciudades donde viven millones de personas. Fábricas que tienen que detener la producción para redirigir el suministro de energía a los hogares. Embalses de energía hidroeléctrica bajo mínimos. Órdenes de no bajar los niveles de aire acondicionado a menos de 26ºC en oficinas gubernamentales.

Mientras Europa ya ha comenzado los planes de ahorro de energía por la escasez de hidrocarburos, en China hacen lo propio, racionando la electricidad, para aguantar la ola de calor veraniega. La provincia central de Hubei, golpeada desde junio por la sequía, donde más de 150.000 personas tienen dificultades para acceder al agua potable y cerca de 400.000 hectáreas de cultivos han resultado dañadas por las altas temperaturas, ha sido la última en anunciar la siembra de nubes.

China ha estado tratando de alterar el clima desde mediados del siglo pasado, aunque empezó a aplicar sus experimentos en eventos importantes desde que Pekín fuera sede de los Juegos Olímpicos en 2008, en ese caso para garantizar un clima seco en la capital durante la celebración del gran evento deportivo.

Usando satélites, aviones, estaciones de radar móviles e inteligencia artificial, las autoridades meteorológicas tratan de predecir el movimiento del aire húmedo para poder ejecutar operaciones de siembra de nubes, usando varillas de yoduro de plata que se disparan al cielo para ayudar a formar cristales de hielo, que empujan a la nube a producir más lluvia.

El miércoles, la Administración Meteorológica emitió la alerta roja por calor en 138 ciudades, mientras que otras 373 localidades permanecían bajo la alerta naranja, la segunda más alta. Esta semana, la ola de calor, con temperaturas que han llegado a los 44°C en algunas provincias, superó los dos meses seguidos de duración. Desde que comenzaron los registros en 1961, nunca se había reportado una ola tan larga, que está golpeando sobre todo a todas las comunidades que rodean el río Yangtze, que está bajo mínimos históricos.

Sichuan, al oeste de China, con alrededor de 84 millones, es la provincia más afectada y donde la demanda de energía más se ha disparado. El diario hongkonés South China Morning Post (SCMP) explica que esta provincia, la sexta economía más grande del país, depende de las represas para generar alrededor del 80% de su electricidad, pero los flujos de agua hacia los embalses hidroeléctricos se han reducido en un 50% este mes.

Los medios locales han informado que las autoridades de Sichuan han pedido que en las oficinas públicas se mantengan los niveles de aire acondicionado a no menos de 26ºC y que se ha pedido a los trabajadores que utilicen las escaleras en lugar de los ascensores siempre que sea posible. En Chongqing, la ciudad más grande de la provincia, han anunciado que «se han puesto a disposición 900 misiles para tratar de sembrar nubes» e inducir la lluvia.

Sichuan lleva un par de semanas sufriendo apagones en sus fábricas. También en las ciudades. Por ejemplo, en Dazhou, donde residen más de cinco millones de personas, los apagones se prolongan hasta tres horas al día.

Los cortes de electricidad son habituales en China para racionar la energía y así aguantar el frío invierno. Pero la Administración Nacional de Energía advirtió a fines de julio que la carga de electricidad del país seguiría aumentando después de romper repetidamente el récord diario el mes pasado.

El SCMP recoge los últimos datos del consumo de energía: aumentó un 6,3% en julio en comparación con el año anterior, mientras que el consumo de energía residencial creció un 26,8%, la tasa más alta desde que los primeros registros estuvieron disponibles en julio de 2009.

El miércoles, el viceprimer ministro Han Zheng dijo que Pekín ofrecerá asistencia a las plantas de carbón para mantener el suministro de electricidad. «Necesitamos garantizar un suministro eléctrico seguro para la gente y los sectores clave. El gobierno mejorará el apoyo a las políticas y tomará múltiples medidas para ayudar a las plantas de carbón a aliviar las dificultades reales», aseguró Han después de que las autoridades chinas alertaran de que el consumo diario de combustible por parte de las centrales eléctricas del país aumentó un 15% en las dos primeras semanas de agosto en comparación con el mismo período del año anterior.

Otras medidas anunciadas por las autoridades se centran en reubicar el ganado de las provincias más afectadas por el calor y la sequía, así como aumentar las descargas de agua en 500 millones de metros cúbicos durante los próximos 10 días en la Presa de las Tres Gargantas, el proyecto hidroeléctrico más grande de China.

Fuente: elmundo.es (20/8/22) pixabay.com

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