Camioneros en Reino Unido: «En cada parada me ofrecen trabajo»

Son buenos tiempos para los conductores de camiones porque, vayan donde vayan en Europa, van a tener trabajo. Son malos tiempos para los conductores de camiones, porque, prácticamente vayan donde vayan en Europa, las condiciones van a ser seguir siendo igual de malas. «Sueldos bajos, muchas horas, nos van quitando los incentivos, ahora también nos hacen descargar… pero, ¿Cómo van a querer los jóvenes dedicarse a esto?«, reconoce amargamente Lázaro Pérez, transportista de 50 años que cubre la ruta Murcia – Reino Unido, a EL MUNDO.

Algo de verdad tiene que haber en su queja cuando los británicos son incapaces de ocupar los 100.000 puestos vacantes que tienen en el sector, una crisis que ha paralizado el país durante los últimos meses y que ha obligado al primer ministro a poner militares al volante de los camiones. «Vaya donde vaya, pare donde pare, me ofrecen trabajo», reconoce.

Con los estantes de los supermercados sufriendo pequeños y esporádicos desabastecimientos, las gasolineras colapsadas por la falta de suministro y por la histeria colectiva, y los juguetes, que parece que no van a poder llegar todos a tiempo para la Navidad, Reino Unido empieza a sentir las consecuencias reales de la salida de la Unión Europea. ‘Si votaste Brexit, ponte al final de la fila’, se llegaba a leer en algunas gasolineras esta semana, y es que, pese a que el Gobierno intenta día tras día dar ‘carpetazo’ a la situación para que no se vincule con el divorcio con Bruselas, lo cierto es que ayer por la tarde las estaciones de servicio seguían registrando una demanda descontrolada.

Lázaro, que fue uno de los que se quedaron atrapados durante las Navidades intentando atravesar el Canal de la Mancha, sigue cubriendo la ruta semana tras semana. Lo que en un primer momento fue un caos, porque administrativamente el sistema para cruzar la frontera no había sido bien diseñado, ahora, eso sí, lo soluciona en «una hora, más o menos». Los controles para declarar las mercancías se hacen de forma remota, y él, como ‘papeleo’, solo tiene que presentar un código QR. «He ido a Escocia, a Liverpool, a Londres, a Kent… a todas partes. Les llevo fresas, naranjas, verduras… lo que toque de temporada», explica.

«Los conductores nos dicen que ya no quieren cubrir la ruta a Reino Unido, que prefieren hacer otras. Crisis como la que están viviendo los británicos la sufren aquellos países que no han sabido valorar esta profesión y que han ocupado los puestos de trabajo con personas necesitadas de los países periféricos, personas que ahora han perdido el interés», asegura a este periódico Francisco Vegas, secretario general del sector del Transporte por Carretera y la Logística de Comisiones Obreras.

En Reino Unido, donde ahora mismo hay dos millones de ofertas de empleo sin cubrir en todos los sectores de la economía, están intentando conjugar las necesidades de un mercado laboral boyante con una política de inmigración que es de las más restrictivas de Europa. «Antes me pasaba de vez en cuando, pero es que, durante los dos últimos meses, vaya donde vaya, pare en el almacén que pare, me ofrecen trabajo. Y yo no es que hable mucho con la gente de allí, porque yo voy, descargo y ya está, y más ahora con el Covid que me estoy intentando cuidar bastante, pero pasa igual», asegura tras 30 años cubriendo la ruta británica, un país que ya empieza a ofrecer más de 55.000 euros anuales a los nuevos transportistas. «Esta crisis no la van a solucionar en breve, vamos, porque faltan conductores allí y faltan conductores en toda Europa, y cada día van a faltar más si no cambian las condiciones laborales».

A él, además, tampoco le ha convencido la propuesta de Boris Johnson, que ha ofrecido 5.000 visas temporales de aquí al 24 de diciembre para que transportistas extranjeros puedan ir a trabajar al Reino Unido. «Yo para qué, ¿para tres meses? Por mucho que me paguen, yo que sé, mil euros más al mes, luego qué hago. Mi jefe en España no me lo perdonaría si le dejo tirado ahora», apunta.

Una propuesta que tampoco ha convencido en el sector, donde insisten, tanto en los sindicatos europeos como españoles, en que la única solución pasa por recuperar los derechos laborales que se han perdido durante los últimos años. «No faltan conductores, faltan condiciones, pues el trabajo que se ofrece es precario y mal pagado en comparación con las horas de trabajo que se piden y las condiciones en las que se realiza», apuntan desde CCOO.

Fuente: elmundo.es (1/10/21) Pixabay.com

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