Bruselas se propone que el pasajero de avión llegue a su destino, aunque para ello tenga que perder algunos derechos de compensación respecto al modelo actual. La Comisión Europea ha presentado una propuesta para regular los derechos de los viajeros que refuerza su protección respecto al marco actual pero la reduce en un aspecto esencial: la indemnización a la que tienen derecho en casos de retraso del vuelo. Las compañías solo deberán compensar a los viajeros a partir de cinco horas de retraso, frente a las tres actuales.
El Ejecutivo comunitario presenta el proyecto como un gran logro porque pone sobre el papel algo que hasta ahora tenía únicamente el respaldo del Tribunal Europeo de Justicia: la compensación por retrasos. Todos los vuelos intracomunitarios que se tarden más de cinco horas en despegar respecto a lo previsto, así como los vuelos internacionales de menos de 3.500 kilómetros, darán derecho a indemnización. El objetivo es “dar a las aerolíneas un tiempo razonable para resolver el problema e incentivarlas a que el vuelo despegue, no solo a cancelarlo”, explica la Comisión. Fuentes de este departamento argumentan que en la actualidad las compañías tienen más incentivos a cancelar el vuelo si el retraso llega a tres horas que a intentar arreglar el problema, pues la fianza que tendrán que pagar al viajero es la misma y al cancelarlo se ahorran el combustible y todos los gastos asociados al servicio.
El texto, que tendrá que ser negociado con el Parlamento, pretende limitar la capacidad de interpretación que hasta ahora ha demostrado la justicia al interpretar los derechos del pasajero, así como los desembolsos a los que han tenido que hacer frente las aerolíneas con desastres naturales como la explosión de volcanes. La propuesta clarifica lo que se consideran “circunstancias excepcionales” que eximen a la compañía de hacer frente a esos gastos. Entre ellas figurarán los desastres naturales o las huelgas en general, pero no así la falta de personal de las compañías.
“Ponemos el énfasis en la información, la atención y una reubicación efectiva en otro vuelo. El objetivo es que el pasajero llegue a su destino lo más rápido posible, al mismo tiempo que se les da a las aerolíneas el tiempo que necesitan para solucionar los problemas”, ha explicado el comisario de Transportes, Siim Kallas, al presentar el proyecto.
Además, las aerolíneas deberán buscar al pasajero cuyo vuelo ha sido cancelado una alternativa con otra compañía si en 12 horas no ha sido capaz de reubicarlo en sus propios servicios. La regulación recoge también el derecho a cambiar el nombre del pasajero en el billete cuando esté mal escrito por un error. El viajero podrá cambiarlo sin coste hasta 48 horas antes de la salida. Por otra parte, las compañías no podrán denegar al pasajero el embarque en un vuelo de vuelta cuando no tomó el de ida. Ahora el derecho de ese viajero se anula automáticamente en el momento en que pierde el de ida.
También se refuerzan los derechos de información del pasajero (tendrán que recibir una explicación en los 30 minutos siguientes a la cancelación o el retraso del vuelo) y se hace a las autoridades nacionales responsables de garantizar los derechos en caso de pérdida de equipaje.
La Comisión negociará ahora esta propuesta con el Parlamento, un proceso que puede durar hasta 18 meses. La regulación, por tanto, entrará en vigor a finales de 2014. La Eurocámara puede introducir cambios especialmente sensibles como las horas de retraso mínimas para la indemnización, pues los eurodiputados se han mostrado inicialmente más cercanos a la regla de las tres horas que a la de las cinco.
Fuente: Elpais.com (13/3/13)
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