La nueva circular contable para la banca, que entrará en vigor el 1 de enero, y las mayores exigencias de capital provocarán un incremento de los tipos de interés del crédito. Así lo reconocen fuentes del Banco de España (BdE), que explican que la nueva norma impone a las entidades la obligación de cubrir los costes y los riesgos de cada préstamo. Por otro lado, el supervisor cifra en un 13% el incremento de las provisiones derivado de la nueva norma, pero se llevará a reservas —no a resultados— y se repartirá en cinco años, por lo que el impacto será muy reducido.
Estas fuentes explican que el precio (tipo de interés) de cada préstamo debe incluir el tipo oficial más el diferencial con el que se financie el banco y un coste del riesgo que asume, que debe calcularse colectivamente para poder compararse con otras operaciones similares. Así se recoge en las pautas que establece la circular contable para la política de concesión de nuevas operaciones.
Eso no impide que las entidades puedan conceder préstamos por debajo de su coste. Pero, en ese caso, deben marcarlos para que el supervisor pueda examinarlos, lo que supone «colgarles un sambenito». Con estas medidas, el Banco de España (y el BCE, supervisor de las principales entidades) quiere evitar la repetición de una burbuja de crédito como la de la década pasada, que desembocó en la mayor crisis financiera de la historia moderna. En esa línea se inscriben otras disposiciones de la circular, como la que impide financiar más del 50% del valor de tasación del suelo o la que obliga a exigir garantías adicionales en las hipotecas que superen el 80% del precio del piso.
Pero no solo se trata de la nueva circular contable. Otra fuente del BdE añade que «en la medida en que pedimos más capital a los bancos, y que ese capital debe remunerarse, los márgenes y beneficios del sector tendrán que crecer en el futuro». Es decir, si hay más capital que retribuir, el beneficio tendrá que ser también mayor para poder hacerlo; o dicho de otro modo, con las mismas ganancias no se puede compensar a un capital mayor.
Incremento del 13% en las provisiones
El BdE también ha estimado el impacto que tendrá la entrada en vigor de la circular: un incremento de provisiones del 13% como media, tanto en las grandes entidades (encuestadas por la EBA, la Autoridad Bancaria Europea) como en las pequeñas (estimación del BdE). Si tomamos los 20.000 millones que la banca española destinó a saneamientos en 2016, este impacto supondría 2.600 millones más.
Los bancos solo prestarán el 50% del suelo y exigirán aval en hipotecas por más del 80%
Ahora bien, al ser un cambio de criterios contables, la norma permite a las entidades no registrar esas cantidades como pérdida, sino llevarlas contra reservas, lo que tendrá un impacto aproximado de 45 puntos básicos (0,45 puntos porcentuales) en las ratios de solvencia CET1. Y, además, ese efecto podrá periodificarse en cinco años, con lo que será prácticamente irrelevante en cada ejercicio. Ahora bien, las nuevas provisiones que se doten a partir de 2018 con los criterios de la nueva norma sí deberán contabilizarse como pérdidas.
El grueso del incremento de las provisiones es consecuencia de una nueva categoría de préstamos que no llegan a morosos pero que registran un incremento del riesgo: ‘normales en vigilancia especial’ (algo parecido a los dudosos subjetivos actuales). Esta categoría se aplica a los préstamos con impagos de más de 30 días, pero de menos de 90, o, en general, a aquellos en que se haya registrado un deterioro de la solvencia del deudor. Pasar a esta categoría requiere dotar unas provisiones que pueden ser importantes en algunos casos: el 27,6% en el crédito promotor, el 13% en las hipotecas y el 16% en el crédito al consumo, ya que deben tener en cuenta la pérdida esperada a lo largo de toda la vida del préstamo.
Fuente: Elconfidencial.com (6/12/17) Pixabay.com
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