El desplome del consumo ha hecho que las empresas de distribución estén reorientando su negocio.
Así, Mango, El Corte Inglés y otros minoristas están comenzando a contratar traductores, ofrecer descuentos para turistas e incrementar la publicidad en revistas extranjeras y de viajes para intentar atraer a los extranjeros que visiten España.
«Los turistas siempre han sido importantes para nosotros pero se han convertido en mucho más relevantes desde que comenzó la crisis», explica Ignacio Sierra, Chief Corporate Officer de Cortefiel, a la agencia estadounidense Bloomberg.
De momento, el turismo es uno de los pocos motivos de optimismo para la economía española. El gasto de los turistas extranjeros creció un 5,7%, hasta 55.600 millones de euros, el año pasado, siendo el gasto medio de 108 euros, según las estimaciones oficiales. Además, el número de turistas creció un 2,7%, impulsado por los ingleses, franceses y alemanes. Adaptarse a la situación Mango, por ejemplo, ha incrementado su presencia publicitaria en aviones y aeropuertos y ha decidido ofrecer descuentos para los pasajeros que llegan a España en crucero. «Los turistas son ahora un objetivo mucho más importante en España porque ayudan a contrarrestar el menor gasto de los clientes locales», asegura Enric Casi, director general de Mango.
Mientras, El Corte Inglés ha incrementado el número de intérpretes de chino y ruso, y ha abierto una web en chino. Además, acepta pagos de China UnionPay, la red de tarjetas bancarias del país asiático, y ha lanzado una app que ofrece una guía de su centro en La Castellana en inglés, chino y español. Asimismo, la cadena ofrece un 10% de descuento a los turistas en algunos departamentos.
«La crisis ha cambiado la forma en la que las empresas tratan a los turistas, un objetivo que antes solo había sido relevante para algunas marcas de lujo», explica Ramón Solé, profesor de marketing de IE Business School. «Los extranjeros son ahora una prioridad principal». De hecho, algunas marcas están comenzando a asociarse con agencias de viajes para que ir de tiendas sea parte de un paquete vacacional, explica Sole.
Además, algunas medidas del Gobierno están funcionando a favor de estas empresas, entre ellas la ampliación de los horarios comerciales, que en algunos casos como Madrid hay libertad total. «Las ventas se han incrementado desde que abrimos más días en algunas ciudades turísticas», asegura Sierra sobre Cortefiel. «Era una lástima que los turistas no pudieran ir de compras porque las tiendas estuvieran cerradas».
Y a pesar de que la crisis aprieta, el turismo sigue creciendo. Según las estimaciones de Manuel Figuerola, de la Universidad de Nebrija, en 2012 supuso un 11,1% del PIB, por encima del 10,8% que supuso en 2011.
Esta nueva estrategia, a pesar de que comienza a dar frutos, podría no ser suficiente para contrarrestar la caída del consumo. «Es todavía una pequeña parte de su negocio», recuerda Fraser Ramzan, analista de Nomura. Las ventas minoristas se desplomaron un 10,2% en diciembre, el peor mes de los últimos 20 años.
Fuente: Eleconomista.es (21/2/13)
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