La alegación de la UE de que los acuerdos fiscales que firmó Apple con el Gobierno irlandés equivalen a ayudas estatales ilegales plantea una nueva cuestión sobre cómo utilizan las grandes compañías estructuras internacionales para no pagar gran parte de los impuestos de sociedades que deberían, especialmente en Europa.
Por ejemplo, si una persona compra un iPhone libre en la tienda Apple de Múnich, Apple Alemania consigue con la venta unos 500 euros, pero la empresa no se embolsa realmente ese dinero. Según un informe de la compañía, Apple Alemania tuvo unos ingresos de 268 millones de euros en el año fiscal que acabó en septiembre 2012, unos gastos de compras de 205 millones de euros y unas pérdidas de 18 millones de euros después de contabilizar los gastos administrativos y otros gastos.
En realidad, gran parte de los ingresos parecen ir a Apple Sales International, empresa que compra los productos de Apple de fabricantes contratados de China y los revende a tiendas minoristas, según la carta que la UE envió ayer martes al Gobierno irlandés. Apple Sales International tuvo unos ingresos de más de 50.600 millones de euros en el año fiscal 2012, según una investigación realizada por el Senado de EEUU el año pasado.
Otro aspecto de la carta de la UE es que aunque Apple Sales International es una compañía registrada en Irlanda, declaró unos ingresos sujetos a impuestos en Irlanda de tan sólo 40 a 50 millones de euros ese año, y pagó menos de 10 millones de euros por el impuesto de sociedades en Irlanda. El motivo es que Apple Sales International no es un residente fiscal en Irlanda y que, según la UE, los impuestos que pagó en ese país son el resultado de tipos impositivos y cálculos que la compañía negoció en un acuerdo entre amigos con el Gobierno irlandés.
Un portavoz de Apple ha declarado que la compañía no recibe un tratamiento especial y que paga todos los impuestos que debería. Como prueba, señala que paga cada vez más impuestos.
Aparte de estos supuestos acuerdos en materia fiscal, Apple no es ni mucho menos la única compañía que utiliza Irlanda como base de operaciones de una estructura internacional para evitar pagar una gran cantidad de impuestos por ingresos imponibles.
Por ejemplo, Google gestiona gran parte de sus ventas de publicidad global a través de una entidad en Irlanda, Google Irlanda, que tuvo unos ingresos de 15.230 millones de euros en 2012. Pero gran parte de ese dinero no permanece allí.
Google Irlanda pagó 8.550 millones de euros en derechos a una compañía registrada en Holanda, que a su vez pagó casi toda esa cantidad (más unos 200 millones de euros procedentes de una filial similar en Singapur) a una firma de Google registrada en Irlanda pero ubicada en las Islas Bermudas, donde las empresas no pagan impuesto de sociedades, según un informe empresarial presentado a las autoridades holandesas. Google ha declarado que su estructura es legal y que paga todos los impuestos que le corresponden.
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