El concepto futuro de la navegación aérea pasa de las actuales autopistas del cielo [aerovías] al aprovechamiento y gestión de todo el espacio aéreo, dotando de la máxima seguridad al sistema de control y dando mayor flexibilidad y eficiencia a las aerolíneas”, afirma Ignacio González, director general de Navegación Aérea de Aena. Quizás faltan hasta 30 años para que ese futuro previsible se haga realidad, pero el operador de los aeropuertos españoles, Aena, camina hacia ese horizonte a través de su apuesta por la navegación por satélite como complemento de las balizas o radioayudas en tierra, a las que acabará sustituyendo.
Uno de los hitos más esperados en este sentido se produjo ayer. Por primera vez se puede aterrizar en un aeropuerto de este país, el de Santander, con el apoyo del sistema de navegación por satélite Egnos (Sistema Europeo de Navegación por Complemento Geoestacionario), lo que permite reducir considerablemente las maniobras de aproximación a pista.
Los pilotos tienen mejor conciencia de su situación y se salvan las limitaciones orográficas que hoy dificultan la labor de las radioayudas terrestres (ILS). De hecho, gracias a Egnos, Aena pone a disposición de las arolíneas en Santander seis nuevas aproximaciones que se suman a las cinco existentes. Durante el primer semestre de 2014 vendrán las implantaciones en los aeropuertos de Almería, Valencia y Sevilla. Eso sí, las grandes infraestructuras de Aena, Barajas y El Prat, esperarán aún a la vista de que la compañía tiene en marcha distintos procesos tecnológicos que afectan a ambas plazas.
Se cierran así 15 años de trabajo en la concepción y desarrollo de esta herramienta de guía que mejora la precisión de la señal GPS, como lo hace el WAAS en EE UU. Aena pasa de este modo de desarrollador a usuario.
La navegación por satélite sustituirá con los años a las radioayudas en tierra y ampliará el espacio aéreo
Egnos implica, por tanto, mejoras en seguridad –“máxima prioridad para Aena”, recuerda Ignacio González– y también pasos adelante en operatividad y ahorro de costes para las aerolíneas. De hecho se buscan rutas más flexibles, frente a las trayectorias lineales de la actualidad, y también más cortas y que eviten zonas habitadas.
Este refinamiento del satélite para el mundo de la aeronáutica funcionará de forma redundante en los aeropuertos españoles, conviviendo durante 15 o 20 años con las balizas en tierra, así como con otros sistemas de radar, comunicaciones y control. Pero las aeronaves que ya han adoptado su aviónica podrán utilizar exclusivamente el sistema satelital ya aprobado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. La información de posición es tanto horizontal como vertical y rebaja el margen de error en la posición del avión de diez a dos metros.
Ignacio González explica que Egnos es la primera gran contribución de Europa a la navegación por satélite, naciendo incluso antes que el propio sistema Galileo, al que complementará. Entre las virtudes de Egnos, en el que se han invertido unos 700 millones, están la posibilidad de acortar rutas y evitar buena parte del impacto ambiental y acústico en aterrizajes y despegues.
El directivo de Aena también destaca el acicate que ha supuesto Egnos para la industria aeroespacial española. Como ejemplo pone la posterior participación de empresas de este país en trabajos para la red de satélites europea Galileo.
Aportación
Aena se apuntó en el primer minuto al plan Egnos, que arrancó en el seno de la AgenciaEspacial Europea y contó con el respaldo de la Comisión Europea y Eurocontrol. Fue en 1998. Poco después la firma pública española decidió una aportación de 51 millones que hoy le da un papel determinante. De forma paralela se creo European Satellite Services Provider (ESSP), adjudicataria por parte de la Comisión Europea de la prestación del servicio Egnos y encargada de operar y mantener las distintas instalaciones que le ofrecen soporte. Operadores de Francia (DSNA), Alemania (DFS), Reino Unido (Nats), Italia (ENAV), Portual (NAVPor) y Suiza (Skyguide) son, junto a Aena, los partícipes de la citada ESSP, con sedes en Toulouse (Francia) y Torrejón de Ardoz (Madrid).
En función del grado de aportación, fueron España y Francia las que se llevaron máximo protagonismo en este proyecto, viniendo a este país un centro de control de misión del sistema (MCC por sus siglas en inglés), ubicado en Madrid, y cinco estaciones de referencia (en los aeropuertos de Santiago, Palma de Mallorca, Málaga, La Palma y Gran Canaria).
Soplan nuevos vientos en la navegación aérea y Aena, sentencia Ignacio González, se ha colocado en la vanguardia. Francia, Reino Unido, Italia o Suiza también están en la carrera.
Fuente: Cincodias.com (18/10/13)
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