No es extraño encontrar casos de gente que asegura su coche a nombre de algún familiar con más antigüedad en el seguro o con más años de experiencia al volante y, por tanto, con mayores bonificaciones, con el objetivo de ahorrar en el coste de la póliza. Sin embargo, debes saber que no siempre es posible.
Ya lo dice el refrán: hecha la ley, hecha la trampa. Y es que cuando se compara la prima de un seguro de coche para un experto y buen conductor con el de una persona que nunca ha tenido una póliza, la diferencia es notable. No obstante, lo primero que debes saber es que en el contrato de un seguro de coche intervienen tres figuras distintas, con obligaciones y derechos diferentes y que no tienen por qué ser la misma persona.
Por un lado, se encuentra el tomador, que es la persona que contrata el seguro, que paga la prima y, por tanto, sobre la que recaen la mayoría de obligaciones. Por otro, está el propietario del vehículo, que es el que aparece en el Permiso de Circulación, quién tiene la obligación de asegurar el coche, quien cobra las indemnizaciones que tengan que ver con la pérdida total o parcial del mismo. Por último, se encuentra la figura del conductor, que es quien va a conducir el vehículo y puede coincidir con el tomador del seguro, el propietario o ser otra persona distinta.
¿Qué ocurre con los menores de 25 años?
Cada compañía aseguradora tiene su propia normativa, aunque no suele haber problema en ser el tomador del seguro o el conductor habitual de un coche cuyo propietario es otra persona. Sin embargo, esta afirmación tiene una excepción; la que se da cuando el vehículo asegurado es propiedad de una persona menor de 25 años. Si no tiene carné de conducir, la aseguradora podrá exigir un documento en la que se especifique que el conductor joven no conducirá el vehículo. Si el titular del coche es menor de 25 años y tiene carné de conducir, las compañías suelen obligar a que sea el conductor joven el que sea el tomador del seguro, sin ni siquiera tener la posibilidad de ser el segundo conductor.
El objetivo de estas prácticas es impedir el fraude que se puede producir en este colectivo, cuyas pólizas tienen unos precios notablemente más altos que los de otros conductores. Sin embargo, también hay compañías que, pensando en estas dificultades, han lanzado al mercado productos pensados para ellos. Es el caso del seguro YCAR de Mapfre, dirigido a jóvenes de entre 18 y 30 años. Otro ejemplo es el seguro AutoFlexible para jóvenes, de AXA, que permite contratar y pagar sólo por aquellas coberturas que necesitas. Mutua Madrileña también tiene un seguro para jóvenes de entre 18 y 26 años, que incluso ofrece determinadas ventajas y bonificaciones.
En este sentido, piensa que si eres menor de 25 años, el hecho de que seas el tomador del seguro también tiene sus ventajas, ya que podrás empezar a acumular bonificaciones por buen conductor y disfrutarlas en el futuro.
Lo mismo les ocurre a aquellos propietarios de coches que, a su vez, son conductores noveles. Por su falta de experiencia al volante, también se ven obligados a pagar precios más altos por sus seguros de coche y, además, en el caso de ser titulares de un vehículo, el seguro del mismo deberá ir a su nombre. No obstante, la compañía Qualitas Auto tiene una opción de seguro para estos conductores, que incluye asistencia en carretera y vehículo de sustitución. Otra de las aseguradoras que tiene un producto dirigido a este perfil es Balumba.
Cuando el tomador del seguro es mayor de 25 años y tiene más de dos años de experiencia al volante, la mayoría de aseguradoras no consideran fundamental de quien sea la propiedad del vehículo, incluso cualquier persona autorizada por el tomador del seguro que cumpla esos requisitos podría conducirlo.
Con todo, recuerda que cualquier contrato de seguro está basado en la buena fe. De hecho, antes de contratar una póliza, la compañía de seguros te hará una serie de preguntas -especialmente, para conocer tu perfil del conductor-, que son la base sobre la que la aseguradora calculará el riesgo que va a asumir y, por tanto, sobre la que calculará la prima del seguro. Y aunque en algunos casos no sea determinante, no está de más que informes a la compañía que el propietario es una persona y que el tomador o el conductor van a ser personas diferentes.
Fuente: Expansion.com (12/3/16) Pixabay.com
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