El Ministerio de Fomento ha recibido la petición de varias comunidades autónomas para que obligue a los camioneros de transporte de mercancías a circular por las autopistas en vez por las carreteras nacionales y autovías, a cambio de una bonificación en el precio del peaje, en todos aquellos tramos de la red viaria en que sea posible.
De esta forma, varios gobiernos regionales pretenden que tenga carácter obligatorio el plan de incentivos para que los vehículos pesados se desvíen hacía vías de pago, que se puso en marcha de forma voluntaria y experimental en el verano de 2015 y que el Departamento que dirige Íñigo de la Serna pretende reeditar.
El titular de Fomento ha recibido estas peticiones en la ronda de contactos que está manteniendo con los presidentes y consejeros del ramo de las distintas comunidades autónomas, según informaron fuentes del sector.
Así, otros gobiernos regionales estarían interesados en implantar medidas como la que pretende imponer el País Vasco a partir de 2018 en una autopista de esa región, la que ya está en marcha en un tramo de la AP-7 de Cataluña y la que también analiza La Rioja concerniente a la carretera nacional N-232 y la autopista AP-68.
Según dichas fuentes, el ministro habría planteado a los dirigentes autonómicos que, en ese caso, los gobiernos regionales tendrían que contribuir con Fomento a costear la bonificación del peaje de los transportistas.
De su lado, los camioneros rechazan a que la medida tenga carácter obligatorio. De hecho, la obligatoriedad constituyó el principal escollo de la negociación que los transportistas y Fomento mantuvieron para lanzar el plan de desvío a autopistas de 2015, que finalmente tuvo carácter voluntario.
La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) considera «injusto y discriminatorio» obligar a los conductores profesionales a circular por una carretera de pago.
«El transporte de mercancías por carretera, actividad estratégica donde las haya, dado que transporte el 85% de los productos que consumimos cada día, es también un sector generador de riqueza y empleo, y uno de los que mayores cargas fiscales y sociales soporta», asegura la patronal que, no obstante, expresa su compromiso e interés en la reducción de la siniestralidad en la carretera.
Voluntario y opcional
En este punto, la organización recuerda los buenos resultados logrados con el plan experimental de desvíos de 2015, que tuvo carácter voluntario para los camioneros. Según sus datos, elevó un 22% el tráfico de vehículos pesados por las autopistas y «redujo la siniestralidad vial y la congestión de las carreteras convencionales».
El plan de desvío de camiones que se realizó de forma experimental en 2015 estuvo en vigor cuatro meses (entre julio y noviembre) y sólo en un conjunto de seis tramos de la red repartidos en la AP-6, la AP-4, la AP-2, la AP-1, la AP-9 y la AP-66, que suman una longitud de 318 kilómetros.
En virtud del plan, los camioneros podían, voluntariamente, desviarse por la autopista a cambio de un descuento del 50% del peaje, que el Ministerio compensó a la concesionaria de la vía. Para ello, dispuso de una partida de 10 millones de euros.
El ministro de Fomento ya ha anunciado su intención de lanzar un plan para que los camiones circulen preferentemente por las autopistas. El objetivo es mejorar la fluidez y la seguridad vial de las carreteras, pero también redistribuir los tráficos entre los distintos tipos de infraestructuras.
De hecho, De la Serna enmarca la medida en el conjunto de iniciativas que estudia para fomentar y optimizar el uso de las infraestructuras ya construidas en España, al considerar que algunas no tienen un adecuado aprovechamiento, tal como ha explicado en las comparecencias en el Congreso y el Senado en las que explicó sus objetivos para la Legislatura.
Fuente: Eleconomista.es (5/2/17) Pixabay.com
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